Con una facturación de dos mil 721 millones de euros durante 2020, Kärcher, líder mundial en soluciones de limpieza logró nuevamente un incremento respecto al año precedente, ya que registró 5.6% (8.5% tras ajustes por diferencias de cambios) de crecimiento. Entre los mercados con las mayores tasas de crecimiento se encuentran Alemania, Europa Occidental y Oriental en conjunto, China, Japón y Australia.
“Durante el 2020, establecimos un récord de facturación aún en estos tiempos turbulentos”, afirmó Hartmut Jenner, presidente del Consejo de Dirección. “En mis 30 años de experiencia profesional, pocas veces he vivido una evolución del negocio tan asimétrica. En un mes, tradicionalmente, fuerte en ventas para Kärcher, como es abril, experimentamos 25% de retroceso en la facturación respecto al mismo mes del año anterior. Por el contrario, en un mes normalmente bajo, como junio, las ventas incrementaron 27%. En el segundo semestre crecimos de forma constante”, enfatizó Jenner.
Mayor demanda en productos para casa y jardín
Algunos productos ganaron relevancia durante el coronavirus. Por ejemplo, hubo una gran demanda en limpiadores de vapor, los cuales fueron clasificados por el Instituto Robert Koch como viricidas plus contra los virus envueltos como el coronavirus.
En la línea Professional aumentó la demanda de soluciones higiénicas; los más solicitados fueron los equipos móviles de desinfección por pulverización con sus desinfectantes correspondientes. En el segmento de clientes finales incrementaron las ventas de productos con batería para el cuidado de jardines y zonas verdes.
“Gracias a nuestro modelo de negocio equilibrado seguimos creciendo, el 2020 es reflejo de ello”, mencionó Hartmut Jenner. Los productos destinados al mantenimiento de la limpieza y la higiene supondrán un importante factor de éxito en el futuro.
Perspectiva a largo plazo: temas estratégicos centrales
Además de la optimización de la cartera de productos, Kärcher continúa invirtiendo en el futuro. La empresa sigue ampliando sus soluciones digitales para hacer más eficiente la limpieza profesional de edificios. El sistema basado en sensores de nuestro socio Zan Compute muestra, por ejemplo, que analizar las necesidades en tiempo real permite reducir hasta tres veces el número de rondas de limpieza para una edificación.
“La digitalización es fundamental para nuestros clientes y para los procesos internos, realizamos una inversión permanente en este ámbito”, explicó Jenner. La fábrica en Bühlertal, Alemania, obtuvo la distinción Fábrica del año, debido a su automatización sistemática y la conexión en red de los procesos tanto de producción como de administración, la eliminación del papel en las actividades de la planta y la intralogística controlada digitalmente con sistemas de transporte sin conductor.
Para el futuro: producción sostenible
Un componente esencial del ADN de la empresa es la sostenibilidad, la cual es practicada por sus 13 mil 500 empleados a nivel global. Desde 2020, Kärcher es promotor oficial de la Alianza para el Desarrollo y el Clima, por lo que persigue ambiciosos objetivos sustentables como: la huella ecológica cero (desde el desarrollo de productos hasta la logística, pasando por la producción) en todas sus fábricas antes de que finalice este año. Distintas iniciativas tienen como fin reducir el empleo de plásticos nuevos siguiendo el principio de Reduce, Reúsa y Recicla.
Uno de los objetivos es utilizar plástico reciclado de hasta 50% para la fabricación de hidrolavadoras de la línea Home&Garden. Además, la compañía ha puesto en marcha otros proyectos piloto para el uso de diversos materiales reciclados en los equipos. En el ámbito de los envases, la tendencia es la reducción constante de materiales.
En el marco de su programa de patrocinio cultural, Kärcher realizó numerosos proyectos durante el año pasado; entre ellos, la limpieza de restauración de la torre sur de la Catedral de Berlín y de la mayor estatua de Bismarck del mundo, ubicada en Hamburgo.
Expertos en limpieza de la empresa también se encargaron de eliminar los depósitos de suciedad de la escalinata del Palacio de Fontainebleau, situado al sur de París y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para el año en curso están previstas intervenciones en Colonia y Río de Janeiro, entre otras.
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