En Ambiente

Biofertilizantes requieren políticas públicas para su adopción

El uso de biofertilizantes en cultivos de México es una innovación tecnológica que permite regenerar suelos, proporcionar mejores nutrientes a los cultivos, propician un uso más eficiente del agua y brindan a la planta mayor resistencia a condiciones de sequía; empero se requiere de políticas públicas de fomento para su adopción y masificación, expresó el director de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra.

Al presentar los avances del proyecto Uso de biofertilizantes microbianos en la producción de caña de azúcar, para el incremento de la productividad y contra el cambio climático, el experto resaltó que en caña de azúcar el uso de este insumo sustentable ha hecho posible llegar a una utilidad neta para el agricultor de hasta 300 por ciento.

El uso de biofertilizantes es importante porque problema de la sequía es una consecuencia del cambio climático, los periodos cada vez son más prolongados y se han agudizado en los últimos años y tenemos un uso muy ineficiente del agua, cuando hay alternativas que deberían de estarse implementando para lograr una mayor eficiencia hídrica, dijo.

Manifestó que el uso de microorganismos benéficos rompe todos los paradigmas de la producción convencional y si planteas que este insumo va a ayudar a fijar el nitrógeno atmosférico, no es fácil que el productor acepte de manera inmediata este tipo de propuesta, por lo que se requiere un proceso de transferencia de tecnología con capacitación y establecimiento de parcelas demostrativas, dijo.

Anotó que una política para un uso más eficiente del agua en la agricultura, tiene que considerar el beneficio al suelo, a través de su regeneración con bioinsumos. Para dar un avance importante en la masificación de esta tecnología se va a requerir de impulsar políticas públicas”.

Marcel Morales destacó los resultados que ha tenido la aplicación de biofertilizantes en caña de azúcar, en el estado de Morelos, donde los productores lograron de 30% a 40% mayor rendimiento en relación con las plantas que emplearon fertilización química. Esto en gran medida por la mayor capacidad del bioinsumo de retener humedad y nutrientes, hacer un uso más eficiente del agua y resistir al estrés hídrico.

Esto dio como resultado que el número de cortes en una plantación de caña de azúca en Zacatepec, Morelos, aumentara a diez, cuando el promedio en la entidad es de cuatro. El rendimiento medio con manejo convencional es de 105 a 110 toneladas por hectárea y con biofertilizante se llegó, en el primer corte, a 160 toneladas y en el último ciclo se mantuvo en 130 toneladas. Esto al final nos da una utilidad neta para el productor del 300% respecto al sistema tradicional de fertilización química.

La utilización de biofertilizantes en el caso del maíz también ha dado resultados positivos en el estado de Morelos, incluso en medio de la sequía más severa de los últimos 50 años que se registró en 2023, donde los productores que usaron este bioinsumo obtuvieron rendimientos de entre  5 y 7 toneladas, pero quienes siguieron con la fertilización química cosecharon solo 2 o 3 toneladas, en el mejor de los casos, o reportaron siniestro total.

Es decir, recalcó, “con los biofertilizantes podemos mantener condiciones productivas favorables económicamente, aún en condiciones de sequía severa”.

Al anunciar la participación de esta empresa en la Convención internacional de productores y consumidores de azúcar, Global Week, a realizarse del 20 al 23 de mayo de 2024, en Morelos, México, convocada por la certificadora internacional Bonsucro.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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