Sustentabilidad

Requiere mayor impulso la responsabilidad compartida en manejo de residuos

Dolores Barrientos, representante para México y Centroamérica del PNUMA, declaró a este reportero que se requiere un alto compromiso para establecer una responsabilidad extendida del producto de parte de las empresas y autoridades.

Mencionó que es esencial el compromiso de las empresas para establecer esquemas de recuperación y reutilización como disposición final de los productos que llegan a producir.

No sólo debe pensarse que su labor concluye tras la venta de sus productos o servicios, sino que se deben involucrar en un esquema de recuperación circular de aquello que pusieron a disposición del público.

Añadió que mucho de estos planes, igual no funcionarán si el ciudadano no se compromete a tener un consumo responsable y reciclado adecuado de todo aquello que utiliza ya sea en su fuente de trabajo como en su hogar.

Recordó que la ONU ha informado que se genera un kilogramo de residuos al día genera un habitante latinoamericano, además que padece que 40 millones de personas viven en comunidades donde no existe un sistema de recolección de residuos.

Lo cual, redunda que existan 145 mil toneladas al día acaban en tiraderos al cielo abierto y de esa cantidad, unas 17 mil toneladas son basura plástica, todo ello a nivel Latinoamérica.

Lamentó que esta realidad se presenta mayormente en ciudades medianas y pequeñas, pues sigue al alza la generación de basura.

Por ello, el manejo integral de residuos a nivel municipal es un gran reto en el continente y se requiere de integrar el concepto de economía circular, para que los productos sean usados, reciclados y reutilizables, siendo ahí esencial que las empresas participen.

Por su parte, Mario Molina, investigador mexicano que ganó el premio Nobel de Química, declaró que “es esencial que las empresas deben estar involucradas esencialmente el una economía de nivel compartido”.

Tenemos ejemplos exitosos y este tipo de políticas sean un éxito para naciones como México, estimó que vamos por buen camino”, dijo.

Cabe recordar que el Valle de México, que se compone de la Ciudad de México (CDMX) y su zona conurbada es considerada la quinta megaurbe en el mundo con una población superior a los 21 millones de habitantes que producen cada año 4 millones 562 mil 500 toneladas de basura, lo que representa 13,000 toneladas de basura al día, un volumen de desechos sólidos arriba del promedio global, si se considera que la taza de reciclaje en el país es sólo del 3.3% de acuerdo a cifras del Waste Atlas.

En la CDMX se estima que cada día se recuperan 1.748 toneladas de desechos a través de la preselección para el reciclaje, de las 13.000 toneladas de basura que genera la capital a diario.

Una familia mexicana produce en promedio 4.5 kilogramos de basura al día, pero solamente el 3.3% de los residuos generados son reciclados, lo que convierte a la basura en un sector muy contaminante como un negocio desaprovechado.

Por su parte, Carlos Scheel, Profesor Emérito en el EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey (ITESM), añadió que la economía circular debe ser un paso transitorio para esta finalidad y sólo ser visto como la meta final.

“Tenemos que concentrar la atención en los cómo, que es donde se ubica la economía circular, que no debe ser la finalidad sino un paso más para llegar a una sociedad equilibrada”.

En entrevista con Agencia EFE, explicó que el manejo de los contaminantes sólidos urbanos es uno más de los problemas ambientales urbanos que padece la humanidad. “No debemos sólo concentrarnos en prohibir uso de los productos plásticos, se tienen que tener alternativas reales para su sustitución como pensar cuál será su último fin”.

Abundó que ser sustentable es costoso y se debe acabar esa realidad con generación de riqueza y oportunidades para todos los sectores sociales, sin dejar a nadie fuera de la cadena de valor de sectores como es el reciclado. En este caso los pepenadores que son el último eslabón que no recibe ningún beneficio humano, social y económico.

Además que la sociedad mexicana está muy desinformada y le es complicado entender que es ser sustentable y, por ello es muy evidente sus problemas de contaminación del aire, suelos y agua.

“El sistema económico actual invita a que el ciudadano se vuelva perezoso y no dimensione sobre la realidad insustentable que le rodea, debe aprender a modificar su educación, cultura y por ende, su sistema social para apostar por una real sustentabilidad”, dijo.

Aceptó que al mexicano le falta conciencia, sin pretextar que se requieren amplías inversiones en este sector, sino que es un tema de cultura, ya que nadie es consciente del impacto ambiental que causa.

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