Opinión

ATISBOS

Es imposible una reforma constitucional preferente
Rafael Cienfuegos Calderón

El día de la apertura de cada periodo ordinario de sesiones, el Presidente de la República podrá presentar hasta dos iniciativas para trámite preferente, o señalar con tal carácter hasta dos que hubiere presentado en periodos anteriores, cuando estén pendientes de dictamen. No podrán tener carácter preferente las iniciativas de adición o reforma a esta Constitución.

Así lo  estipula la Constitución en su artículo 71, que el Presidente que debería ser el hombre mejor informado del país, al parecer desconoce.
Por eso habla de enviar el 1 de septiembre de 2024, día de apertura del periodo ordinario de sesiones de la nueva legislatura, una iniciativa de ley preferente para  que la Guardia Nacional pase, como quiere, a la Secretaría de la Defensa.

El anuncio del promotor de la transformación fue en respuesta a la declaratoria de inconstitucionalidad que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nacional sobre la reforma al artículo 21 que aprobó el partido en el poder y aliados para que la guardia tuviera carácter militar y no civil.

Busca aprovechar los últimos 30 días de su mandato, pues deja la presidencia el 30 de septiembre, para intentar modificar la Constitución y que el Ejército mantenga lo que le dio: el control de la guardia para realizar tareas de seguridad pública con un millonario presupuesto, que la Corte ordenó se le quite para que retorne a control civil.
Empero lo primero que tendría que ocurrir es que el artículo 71 constitucional  se modifique para salvar el impedimento de una iniciativa preferente y luego que en 2024 el partido en el poder y sus comparsas ganen la mayoría legislativa.
Así las cosas, no se trata de lo que el Presidente quiera sino de lo que puede hacer de acuerdo a la Constitución. Y en su carácter de Poder igualitario al del Ejecutivo federal y el Legislativo, la Suprema Corte es la encargada de hacer que se cumpla.
El problema que (tal vez) enfrenta el impulsor de la transformación es que tras empoderar a las fuerzas armadas con recursos públicos que no tienen que justificar para construir obras públicas faraónicas, manejar puertos, aeropuertos, aduanas, trenes, hoteles y una línea aérea, ahora tendrá que  decir al alto mando militar que no se pudo y darle una disculpa.
Esta columna ha referido el desconocimiento que tiene el mandatario de muchos temas relacionados con el quehacer del gobierno y ha hecho hincapié en que si bien no es posible que sea todólogo, sus colaboradores y asesores tienen la obligación de ponerlo al tanto, lo que es seguro no hacen, pues de otra forma no se explica que desconozca que es imposible una iniciativa de ley preferente.
Lo que sí puede hacer es presentar una iniciativa de reforma no preferente y dejarla de herencia al Congreso de la Unión que se elija en 2024 y a quien de su partido gane la elección presidencial, pues anunció que va a dejar una lista de lo que por falta de tiempo dejó pendiente.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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