Mario Maximino, representante de la Coordinación de Desarrollo Institucional de la Fundación Hogar Dulce Hogar, dijo que de forma anual se atienden a unos 53 niños y niñas, que llegan tras padecer diversos conflictos sociales y familiares.
Indicó que actividades de responsabilidad y convivencia como el realizado por personal de NH Hoteles, las calificó de gratificantes que son esenciales para los niños y niñas, quienes buscan conocer cosas externas a su cotidianeidad de la escuela y el orfanato.
No olvidar que sus vidas con complicadas y el voluntariado es una actividad de donación de tiempo que les ayuda a que los niños y niñas aprecian la atención que se les brinda y les ayuda a su autoestima.
Detalló que los menores tienen un paso muy variado de estancia en la Fundación, pues algunos están sólo un par de semanas a aquellos que permanecen hasta una década.
Explicó que los niños y niñas son aquellos canalizados por programas sociales oficiales para atender a menores que vienen de hogares rotos y están en proceso judicial por los adultos. “En esta institución recibimos a menores desde recién nacidos a los 12 años. En caso de no ser canalizados en hogares propios o ajenos son canalizados a organismos que atienda a adolescentes”.
Lamentó que las organizaciones altruistas padecen de graves problemas financieros, y que les hace estar al día. Los donantes son pocos, la falta de apoyos oficiales y se subsisten de donativos ciudadanos.
Señaló que se tiene un límite de atención de 40 niños al momento. Cantidad que se vio reducido hace unos años, pues la capacidad del sitio no permite crecer más. Lo urgente es tener la solvencia financiera para subsistir por un año y operar de forma más adecuada. “Hemos estado a semanas de cerrar las puertas por falta de solvencia económica”.
Relató que espera que con el comienzo del año fiscal les haga comenzar a recibir apoyos empresariales enfocados a aspectos de responsabilidad social. Hizo un llamado a realizar donativos de todo tipo a las redes sociales de la Fundación Hogar Dulce Hogar.