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Catástrofes mundiales por El Niño

Por contradictorio que parezca, dadas las lluvias registradas últimamente en algunas partes de México, este 2015 podría ser, no sólo el año más caliente de la historia –desde que se lleva registro-, sino también el de mayores desastres naturales, a causa de la presencia del fenómeno conocido como El Niño y, desde luego, a los efectos del Cambio Climático (CC) global, por lo que científicos confirman que el sur de Estados Unidos liga su quinto año con sequía.

Por lo que toca a México, para empezar hay que decir que un año con El Niño es perjudicial, porque aparte de que calienta más, disminuye en forma considerable el número de huracanes del Golfo de México, lo que definitivamente disminuye las lluvias en la parte central del país.

Luego tenemos que en invierno, la actividad de nortes aumenta, pero hay una disminución en precipitaciones. En general, se puede decir que lluvias y fríos son anómalos en el norte del país, como consecuencia de mayor entrada de ondas de latitudes medias y frentes fríos, por causa de una alteración en la circulación invernal sobre Norteamérica.

Un año con El Niño en verano lleva a una disminución de lluvias en amplias zonas de México, lo que influye negativamente en la agricultura. Sin embargo, en otras regiones, como Sudamérica, los efectos son contrarios, pues provoca mayores e intensas lluvias.

Otros hechos que saltan a la vista son la presencia cada vez mayor de tornados, como el que se acaba de tener un poblado de Jalisco, las heladas de 2015 superaron el cien por ciento de las que se venían registrando.

Asimismo, las granizadas no se quedan atrás, sobre todo, cuando llegaron a paralizar la carretera México-Puebla. Además de que han afectado cientos de viviendas en poblados poblanos y ni qué decir de las afectaciones a la producción de frutas y flores.

Científicos de la Universidad de Liebig, Alemania, que ya descubrieron la fórmula para pronosticar con dos años de anticipación la presencia de El Niño, aseguran que muchos de los desequilibrios climáticos que se viven desde el arranque del 2015, son causados por ese fenómeno que se forma en el Pacífico.

Mientras que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú confirma que habrá fenómeno de El Niño para mayo entrante y alerta a gobiernos del mundo a tomar todas las medidas necesarias, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos asevera: “El Niño está aquí”.

Especialistas de Australia y Nueva Zelanda también indican que ya se están viviendo los efectos de El Niño.

Entre esos efectos se encuentran las fuertes nevadas que se registraron durante 2015 en Estados Unidos, Canadá y las de China que lucen impresionantes. También llaman la atención las lluvias e inundaciones, registradas en algunos países de Asia.

RAREZAS
Ya que hablamos de fenómenos, qué le parece el hecho de que al Desierto de Atacama que acumula lluvia de 1.7 milímetros al año, en días pasados tuvo precipitaciones de, al menos, 30 milímetros en menos de 10 horas. Estas lluvias se repitieron varias veces y se combinaron con el agua que bajó de los Andes, por lo que se produjeron aluviones que inundaron y corrieron con mucha fuerza.

La fuerza de la corriente del agua arrasó con casi todo a su paso, sobre todo en los poblados cercanos, por lo que dejó 25 personas muertas, 129 desaparecidos, cientos de lesionados y miles de damnificados.

Y qué decir del huracán Niklas, de 190 kilómetros por hora, que en días pasados entró y salió de Alemania, donde causó graves desastres en vías de comunicación terrestre y aérea, lo que afectó a millones de personas.

Además, el poderoso huracán Pam, categoría 5, con más de 340 kilómetros por hora que afectó mucho al Archipiélago de Vanuatú.

Costo de un año con El Niño

Sin duda alguna, El Niño que más afectó a México fue el de 1998. Recordamos que tuvimos temperaturas secas y altas y, sin duda alguna, una gran escasez de agua, pues para el mes de abril, las presas más importantes del país contaban con el 28 por ciento de su capacidad de almacenamiento en la zona centro, al 62 por ciento las del sur, al 30 por ciento las del norte y 29 por ciento las del noroeste.

El Niño afecta grandemente las actividades económicas y esa vez, según cifras oficiales, solamente en la actividad pesquera del Pacífico se tuvieron pérdidas económicas superiores a los 700 millones de pesos porque la presencia de corrientes de agua más caliente de lo normal provoca la migración de especies regionales, como las de origen tropical.

En el Golfo de California, El Niño provoca el rompimiento de la cadena alimentaria y una drástica disminución de la población de especies de alto valor comercial.

Por lo que refiere a la cuestión forestal, hay que citar que solamente el combate a los incendios y el material maderable que se quemó representaron pérdidas económicas de 2,300 millones de pesos, según las cifras alegres, porque claro, no se toma en cuenta el daño a la biodiversidad. Y claro, habría que agregar, aunque una vida humana no tenga precio, las más de 80 víctimas mortales que cobraron estas conflagraciones.

Las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones, muchos cultivos agrícolas se perdieron, lo que representó costos por 14 mil millones de pesos.

Asimismo, se maneja que por otros tipos de desastres naturales, las pérdidas o costos ascendieron a 2 mil millones de pesos.

Acerca de Luis Enrique Velasco Yépez

El autor no ha proporcionado ninguna información.

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