Opinión

La violencia en el país

A tres años de distancia y contra todo el optimismo oficial, la violencia en el país se ha convertido ya, no sólo en un fracaso espectacular de la administración de Felipe Calderón, sino en un punto de crítica internacional y de tensión creciente con los Estados Unidos. El asesinato de funcionarios del Consulado estadounidense en Ciudad Juárez puede tener, y seguramente tiene, todos los ingredientes que se quiera para poner a la vista un problema que va mucho más allá del simple acto criminal. Sin embargo, lo que salta inmediatamente a la vista, y sin necesidad de que las autoridades del vecino país del norte lo señalen, es el fracaso de la estrategia del gobierno mexicano para hacerle frente al creciente poder de los cárteles de la droga. No se requiere tener en cuenta la ofensiva de la Casa Blanca, lógica e insultante por supuesto, para comprender el hecho de que el gobierno de Felipe Calderón ha perdido una batalla que inició como la gran promesa de salvación para el país y que en la actualidad es el símbolo del fracaso de un sexenio. En estos momentos, está claro que la estrategia inicial, si es que así puede ser calificada, nunca fue la adecuada. Y que el reciente cambio anunciado en la ofensiva gubernamental en Ciudad Juárez no fue más que un discurso con el que se pretendió controlar un problema que se había escapado ya de las manos de las autoridades competentes. La realidad establece que el asunto es en realidad muy simple en su comprensión, pero altamente complicado en su solución. En tres años de cruzada, el gobierno de Felipe Calderón no sólo no logró la captura de los grandes “capos” de la droga, por más que esto no es la solución total, ya que todos sabemos que una vez que un líder es detenido, uno nuevo salta a la conducción de la respectiva banda, sino que nunca dirigió su atención al tema del dinero. Y si el narcotráfico es un “negocio”, ¿a qué se debe que no se tenga una política real y efectiva para controlar el famoso lavado de dinero? Ciudad Juárez es un problema político en estos momentos para Felipe Calderón. Y fuera de los nuevos discursos que debemos esperar y más allá de los anuncios que se lanzarán, la verdad es que la guerra contra el narcotráfico se ha perdido. Y se ha perdido más que nada por la forma en que se decidió, por la forma en que se implementó y por el hecho, simple, de que se puso al frente de ella a los mismos hombres que en el sexenio de Vicente Fox fracasaron en la obligación de controlar el crecimiento del problema… El tema del registro de los teléfonos móviles alcanzó ya un punto crítico. Y no sólo por el hecho de que más de la mitad de los propietarios no haya presentado sus datos en el famoso Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, (RENAUT), sino por que a todas luces resulta evidente la desconfianza de los ciudadanos en el programa. Para los mexicanos resulta “peligroso” desde su óptica, entregar información personal a un programa desde el cual más adelante, podrían filtrarse datos que para los usuarios podrían derivar en molestias e inseguridades. La idea del control de los celulares no es mala. El problema es que el gobierno no ha logrado conquistar la confianza de los ciudadanos. Y sin ella, difícilmente se podrá avanzar en nada… Juan Ramón de la Fuente, ex muchas cosas en el sistema político mexicano, reapareció en el escenario nacional con una exposición sobre las alianzas político electorales, tan de moda hoy en día. Y como podría esperarse, el PRD de Jesús Ortega le ha solicitado que viaje por el país para presentar sus puntos de vista. No se requiere de mucho para entender que en el fondo, el PRD “chuchista” busca desde ya, un “candidato presidencial de prestigio” y que el ex rector de la UNAM otea el horizonte para encontrar la “alianza” que la permita, por fin, aparecer como un aspirante a la Presidencia de la República. El problema, sin embargo, es que ambas partes podrían estar trabajando en un escenario que podría modificarse radicalmente una vez que se disipe el humo de las elecciones de julio próximo… Para quienes suponen que el problema de loa convenios de “gobernabilidad” firmados por el gobierno del Estado de México y el PRI con el PAN y el gobierno ya quedaron en el olvido, valdría la pena que vean con atención, la forma en que los diversos grupos en el panismo y en el priísmo, han respondido al hecho. Y podría no pasar mucho tiempo antes de que el conflicto interno en ambos partidos, haga su reaparición.

Acerca de Norberto de Aquino

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