Opinión

ATISBOS: Vía exfuncionarios es posible aplicar la ley a Peña Nieto

Rafael Cienfuegos Calderón

¿FATALIDAD? – Por iniciativa propia Andrés Manuel López Obrador no va a perseguir a su antecesor en la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, ni lo va a someter a juicio. Así lo hizo saber y es, afirma, hombre de palabra. Aun así, se está abriendo la puerta para que la justicia llegue a él si en alguna investigación que se inicie por corrupción contra cualquiera de los funcionarios de su gobierno resulta que tiene responsabilidad. Ese sería, como seguramente ya lo es, un amago contra Peña Nieto mientras la autoridad judicial hace su trabajo. Si esto llega a ocurrir, sin que se lo haya propuesto López Obrador le estaría mostrando al pueblo sabio que no se equivoca, que va en serio contra los corruptos. Él insiste en que no permitirá la impunidad ni va a caer en la ilegalidad ni va a buscar chivos expiatorios ni va a hacer parafernalia, (pero) si se quedan callados “vamos a ser cómplices, encubridores, y eso no”. Si no se demuestra que Peña Nieto autorizó o permitió la comisión de un delito en perjuicio del erario no tendrá problemas legales en el sexenio de López Obrador, empero, si resulta que sí… Eso se podría determinarse a través de las investigaciones que deriven  de las denuncias por delitos cometidos en el gobierno anterior, como la que está en curso contra el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya por la supuesta compra irregular de una planta de fertilizantes en Coatzacoalcos, Veracruz, Fertinal, de la que se presume  el expresidente se benefició. De ser así, Peña Nieto “recibirá el mismo trato que Lozoya”, dijo, López Obrador, para quien “es muy difícil que el Presidente de la República no se entere de un negocio de esa magnitud”. Aclaró que no es que incumpla el compromiso de no llevar a cabo ninguna acción judicial, sino que son denuncias que ya se habían presentado y ante las cuales no será cómplice. La inmunidad o perdón otorgado por López Obrador a Peña Nieto es inalterable por tratarse de una decisión personal, pero si resulta involucrado, además de Fertinal, en alguna otra investigación, como pudiera ser  por la  Estafa Maestra, OHL, el Paso Exprés, Odebrecht, o el desvío de recursos del gobierno de Chihuahua para financiar la campaña presidencial, su situación la definirá la Fiscalía General de la República. Así López Obrador seguiría mostrándose como un presidente no vengativo, en tanto que deja al pueblo, si así lo quiere, la decisión vía consulta, de que se investigue o no a Vicente Fox, Felipe Calderón y Peña Nieto. La lógica lleva a pensar que el gobierno dejará que las denuncias contra los exfuncionarios se desahoguen y que, si hay indicios de culpa, la justicia llegue a los presidentes del pasado sin que aparezca la mano de la Cuarta Transformación.

GUADAÑA.- Además de Lozoya, se presume que Pedro Joaquín Codwell, exsecretario de Energía está bajo investigación, lo mismo que Alberto Elías Beltrán, exprocurador interino, y que en breve lo estará Rosario Robles, ex titular de la Sedesol y la Sedatu. En tanto, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya insiste en que debe citarse a comparecer a Peña Nieto y su secretario de Hacienda, Luis Videgaray para que aclaren las instrucciones que giraron en cuanto a la compra de Fertinal. Un juez le respondió que no hay por qué hacerlo.

SANCIONES.- En el transcurso del segundo semestre del año la secretaría de la Función Pública dará a conocer 50 casos más en los que se han aplicado sanciones a funcionarios del gobierno por corrupción. La titular de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval declaró que como resultado de las primeras sanciones se han obtenido más de 700 millones de pesos. A la fecha, además, se ha inhabilitado hasta por 15 años a altos funcionarios de Pemex -Lozoya entre ellos- y ya se nota la mano de la secretaria contra el flagelo de la corrupción.

¡AGUAS! – El uso irresponsable los desechos plástico rebasa cualquier esfuerzo de manejo adecuado, situación que se agrava por la acción bacteriana, el oxígeno atmosférico, la radiación ultravioleta y la fuerza mecánica de las olas, que provocan que 99% de esos productos se fragmente en partículas minúsculas e imperceptibles, conocidas como microplásticos, que afectan a las especies marinas y a todo el sistema biológico. En el mundo, cada año se arrojan al océano entre cinco y 13 toneladas: Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, UNAM.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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