Con Pemex no aplica la austeridad republicana
Rafael Cienfuegos Calderón
Muchas son las ocasiones en que desde el estrado del Palacio Nacional en el que se escenifica la diaria conferencia mañanera se ha expresado que no puede haber gobierno rico con pueblo pobre y que con apego a ese principio el gobierno de la transformación aplica la llamada austeridad republicana.
Empero esta no aplica a Petróleos Mexicanos (Pemex), que aunque resulta ser un barril sin fondo más que empresa productiva del Estado, hay que rescatar con beneficios fiscales y transferencias directas de dinero.
En los últimos cuatro años y medio la federación ha acudido en su auxilio con 907 mil 900 millones de pesos, tomados de los impuestos que pagan los mexicanos, equivalente a 19 veces el presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023, de 47 mil 700 millones -Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO)-
Empeñado como está en acudir en su auxilio, el presidente que afirma se acabó el derroche, anunció (27-07-2023) que canalizará en lo que resta del sexenio los recursos económicos que sean necesarios para reducir el déficit fiscal y la deuda de Pemex y lograr que México sea autosuficiente en gasolinas.
Al 30 de junio de 2023 el saldo de la deuda fue de 1.89 billones de pesos -110 mil 500 millones de dólares- monto igual a 6.1% del producto interno bruto (PIB) estimado para este año -reporte enero-junio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) sobre el estado financiero de la paraestatal (31-07- 2023)-.
En el primer semestre del año Pemex reportó utilidades netas por 82 mil 200 millones de pesos que contrastan negativamente con las del mismo periodo de 2022 de 247 mil 600 millones, lo que ubica las pérdidas acumuladas del 1 de enero de 2011 al 30 de junio de 2023 en 2.85 billones de pesos.
Y como la empresa productiva del Estado deberá amortizar la mitad de los 973 mil 500 millones de pesos que adeuda entre julio de 2023 y junio de 2027, necesita para sobrevivir que el gobierno de la austeridad republicana acuda en su rescate.
El 28 de julio trascendió que la empresa recibió 70 mil millones de pesos (4 mil 200 millones de dólares) de la Secretaría de Hacienda para solventar los vencimientos de deuda (El Financiero/Bloomberg).
Además de deterioro financiero enfrenta deterioro productivo. Extrajo de enero a junio de 2023 un promedio de un millón 599 mil barriles de crudo, 95 mil menos a los de ese lapso del año pasado. En gasolinas y diésel la producción fue menor. En las primeras pasó de 265 millones de barriles a 259 y en el segundo producto de 153 a 135 millones de barriles por día. Sólo en combustóleo tuvo crecimiento al llegar a 291 millones de barriles contra 245 del año pasado.
No obstante la desastrosa situación de Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, explicó (27-07-2023) que su deuda está contabilizada en la deuda del sector público y que reducir su carga fiscal “no genera pérdidas (económicas) para el país”. Y, como empresa estratégica del sector energético que genera empleos e ingresos (¿?) se le seguirla apoyando.
Así, Pemex, el subsidiado Aeropuerto ¿Internacional? Felipe Ángeles, el costosísimo Tren Maya que pasará de 120 mil millones de pesos estimados a más de 200 mil (mañanera 08-05-2023), y la refinería de Dos Bocas que no ha refinado un solo litro de petróleo, serán el legado de derroche e ineficiencia del padre de la 4T.
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