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Violencia. Universalidad

La violencia criminal es universal. Ocurre aquí y en el Extremo Oriente. En Estados Unidos y en Grecia. En África y en Australia. ¿Dónde no?

¿Es el mal que se opone al bien? ¿La vida pierde la batalla contra la muerte? ¿Es el triunfo de quienes no respetan vida y propiedad de los otros? ¿El odio se impone al amor? ¿Es la victoria del demonio sobre el Ángel? ¿Tifón derrota a Zeus? ¿Cosmos y Caos? ¿Huitzilopochtli cae frente a Coyolxauhqui? ¿La lucha interminable del sol y la luna?

¿A qué asistimos ante acontecimientos como los de Ayotzinapa; Boca del Río, en Veracruz; Villas de Salvárcar, en Ciudad Juárez; la masacre de indocumentados centroamericanos, San Fernando, Tamaulipas?

En busca de explicaciones, hipótesis, acudo a una interpretación permisible de una reflexión de Marcelino Cereijido (investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados e investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores nivel III)): “La maldad es ‘abundante, polimorfa y polisémica’. Sin embargo, no se cuenta ‘entre los grandes flagelos de la humanidad’.” El científico analiza razones biológicas y culturales que hacen que todos (insisto: de aquí y de allá) seamos malos, dadas las circunstancias (www.revistaenie.clarin.com/ideas). Por ello la afirmación de que la violencia criminal no tiene fronteras en el espacio, ni en el tiempo. Aparece en cualquier parte. En cualquier cultura. De hoy o de ayer. Acaso de mañana.

Las guerras de conquista, de avasallamiento, son acciones criminales del más alto nivel. Eric Qualen (John Lithgow), delincuente en la película Máximo Riesgo, protagonizada por Sylvester Stallone, en uno de los diálogos dice: uno mata a muchos en la guerra y es héroe, en esto mueren algunos y entonces se es otra cosa. Vaya, criminales son unos, y los otros. En diferentes contextos pero criminales al fin.

Hoy en México pareciéramos avasallados por la violencia criminal. En algunos lugares ocurre. Insuficiencias o deficiencias de servidores públicos han sido permisivas. Acciones en el sistema de gobierno y aún omisiones, se combinan con una voluntad delincuencial a la que se enfrenta, institucionalmente, con la fuerza plena del Estado; aunque haya quienes no lo aceptan y otros, convertidos en compañeros de viaje del mal, sin saberlo, se suman a expresiones de protesta y enturbian más el ambiente cívico-político hasta hacerlo adverso a la marcha del país. Amenazas contra el proceso electoral federal y local en Guerrero, ilustran.

De lo más reciente, Ayotzinapa tiene en pasmo a la comunidad guerrerense, y a muchos sectores del país. Cuestionamientos hay contra el gobierno federal. Voces se pronuncian por llevar el asunto a instancias internacionales. Entre los acusadores hay activistas, voceros, militantes en organizaciones afines a la que postuló a José Luis Abarca a la presidencia municipal de Iguala, indiciado, todavía, en el caso. ¡Al ladrón! Grita el ladrón.

Acerca de Hector Villar Barranca

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