Sustentabilidad

Aumentaron las Islas de Calor en CDMX

Luis E. Velasco Yépez

Las islas de calor que afectan a la ciudad de México, sobre todo en estos tiempos de mucho sol y poca precipitación, se debe principalmente a la dramática modificación del entorno natural que se degradó grandemente por la desecación de lagos y unos 40 ríos, así como por el asentamientos de colonias con escasa planificación.

Lo anterior se desprende de un trabajo de campo realizado por la investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, Elda Luyando López, que también asienta que México, un país emergente se transformó en el siglo pasado de rural a urbano de manera significativa.

De tal suerte que las zonas urbanas crecieron sin límite, por lo que ahora se rebasan las 350 grandes ciudades en el país, donde la explosión demográfica convirtió a esos centros urbanos impermeables y absorbedores de calor.

En la capital mexicana se llevó a cabo una barbarie ecológica al desecarse lagos y convertir 40 ríos en cloacas, hacer colonias mal diseñadas y permitir crecimiento población desmedido, construir con materiales absorbentes de calor, poner pavimento impermeable y la carencia de zonas verdes, lo que terminó por modificar el clima.

Aunque ese incrementó la temperatura de la ciudad de México no mata, ciertamente ese calor resulta muy molesto para los 9 millones de habitantes que tiene ahora la capital mexicana.

Aunque las islas de calor tienen poca difusión, resulta que aquí, en el centro de la ciudad se llegan a tener hasta 9 grados centígrados más de lo que se tiene en las partes rurales de lo que era el DF.

Las edificaciones absorben mucho calor durante el día, pero en la noche se libera en forma lenta y poca cantidad, por lo que se conserva mucho calor y cuando vuelve a salir el sol, se calienta mucho más.

En la ciudad de México se libera poco calor en las noches por la falta de cuerpos de agua, ríos y árboles. En cambio en las zonas rurales, donde se cuenta con esos elementos, se elimina el calor y se enfría la vivienda.

Lo que libera a la urbe capitalina de sus islas de calor, son las lluvias que permite que existe una uniformidad en la temperatura del Centro Histórico y la periferia de la gran ciudad.

NO SE CONFUNDA CON ONDAS DE CALOR

Por lo que toca a ola u onda de calor, éstas sí son mortales. Son un gran riesgo para la salud y prueba de ello fue lo sucedido en Europa, donde en 2003, fallecieron unas 20,000 personas en Italia, 15,000 en Francia, 9,000 en Alemania, 7,000 en España, entre otros países.

La onda u ola de calor no hay que confundirla con islas de calor ni golpes de calor. La onda de calor se produce cuando en alguna zona geográfica se combina temperatura alta y mucha humedad.

También se presentan cuando una gran presión de zonas altas permanece por días y el aire que se encuentra debajo se hunde. También es común que se presente en lugares muy secos y ahora con mayor frecuencia a causa el cambio climático global.

En la ciudad de México la onda de calor no es muy alta, porque por lo general es de 30 grados centígrados. Aunque ahora se presente más días. Antes eran uno dos o tres días, ahora, llega a rebasarlos 10 días consecutivos.

Las olas de calor son graves en el norte del país, donde se llegan a presentar hasta con 50 grados Celsius. Por esa razón es que la gente busca refrescarse donde puede y como puede.

De acuerdo con Luyando López, las ondas de calor son más frecuentes en años con El Niño. Recordó que en 1998, cuando en México se registró el más importante de este tipo de fenómeno, se llegó a tener ola de calor en la capital mexicano que llegaron a 33.9 grados centígrados.

Por otra parte, hay que señalar que como a los políticos y gobernantes mexicanos no les gustan los datos verídicos, no se lleva un seguimiento de los decesos causados por las ondas de calor.

A pesar de lo anterior, recordamos que hace años, era frecuente ver volar pajaritos y desplomarse muertos a causa de la contaminación. Eso mismo le pasará a las personas, cuando las olas de calor rebasen los 36 grados centígrados y cuando se registren fuertes inversiones térmicas en la capital mexicana, debido a los súper contaminantes combustibles fósiles que se importan para dejar morir las refinerías mexicanas.

Los más susceptibles a fenecer con olas de calor e inversión térmica son niños y ancianos, por lo que debería ser la población más protegida en época invernal y de estiaje.

Otra amenaza constante para la ciudad de México son las inundaciones por la falta de un sistema de drenaje mayor que el existente. Ahora los aguaceros son más tormentosos, de gran intensidad y cortos, por lo que causan inundaciones que semiparalizan la circulación vehicular. También se registran vendavales que arrancan y derriban anuncios espectaculares, postes y árboles.

Esas lluvias extremas son otro mal ocasionado por la destrucción de áreas verdes, y eso produce mayor calor, lo que lleva a la formación más vertical de nubes convectivas que al final de cuentas causa las intensas precipitaciones.

Para evitar la severidad de las islas de calor, inversión térmica, ondas de calor y lluvias extremas, algunos especialistas en la materia recomiendan al gobierno capitalino mejorar la calidad de los combustibles fósiles y reverdecer a la ciudad en forma importante para que cada habitante tenga entre 15 y 16 metros cuadrados de áreas verdes, tal cual lo recomienda la ONU. En la actualidad, se calcula escasamente medio metro áreas verdes por morador.

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