Opinión

Lo Cotidiano con Clase

Tomando como base la encuesta realizada en noviembre del 2013 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), relativa a generar información estadística sobre la participación de hombres y mujeres en la práctica de algún deporte o ejercicio físico en su tiempo libre, el 58.6 porciento de niños y adolescentes no realizan ninguna actividad física.

Ante esta difícil situación, el senador Francisco Salvador López Brito lamentó que los mexicanos incumplan con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS): que personas de 18 años o más, realicen un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada, o bien 75 minutos de actividad física vigorosa.

Se sabe que obesidad y sobrepeso son el principal problema de Salud Pública en nuestro país, primer lugar mundial en niños con obesidad y sobrepeso, y segundo en adultos, resaltó.

Como legisladores, regulamos las leyes para evitar comida chatarra, bebidas endulzantes, entre otras acciones para disminuir la obesidad; sin embargo, hemos dejado de lado impulsar la actividad física, que es primordial en nuestra salud.

En tal sentido, hizo un llamado a las Secretarías de Salud, Educación Pública y a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), a fortalecer y aterrizar todos los programas en educación física.

Al conocer la razón principal por la cual no se realiza actividad físico-deportiva, podremos identificar oportunidades para el fomento de su práctica, el tipo de lugares en los cuales la población pueda realizar deporte y ejercicio físico, y rescatar los espacios públicos que sirvan para este tipo de actividades. La inactividad física es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad en todo el mundo, provoca obesidad, sobrepeso y diabetes, hipertensión, riesgos cardiacos, dolores musculares y de huesos, osteoporosis y hasta algunos tipos de cáncer.

Ante esta grave situación, debemos contribuir a la mejora de la salud pública y calidad de vida de la población, «coordinándonos académicos, gobiernos, legisladores e iniciativa privada, encontraremos una visión y entendimiento en nutrición, seguridad alimentaria, análisis de riesgo, toxicología y medio ambiente, que venga a contrarrestar la obesidad», concluyó López Brito.

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