Notas

PRD es interrogación

 

Felipe Calderón mantiene la estrategia del reacomodo en su equipo cercano. Ahora es César Nava quien deja Los Pinos para pasar a un puesto diferente. Dejar la Secretaría Particular del Presidente de la República es complicado. Ocupe el cargo que ocupe, es evidente que perderá poder y presencia, por más que pueda llegar a tener mayores reflectores. Felipe Calderón ha cambiado, por diferentes causas, al equipo que lo rodeó a lo largo de la campaña presidencial y al través de los dos primeros años de su administración. César Nava es el nuevo perdedor. Dígase lo que se diga, no hay ascenso. Hay, en cambio, una clara distancia para con el hombre del poder. No es lo mismo tener la agenda presidencial y el contacto cotidiano y con ello el conocimiento directo de los problemas y las decisiones, que pasar a un cargo en el que, por clave que pueda ser, se maneja sólo un tema y el contacto con el Presidente tiene un sólo objetivo y un control diferente…

A la Secretaría Particular arriba Luis Felipe Bravo Mena, identificado con el panismo tradicional, por más que, como dirigente del PAN, no fue precisamente el más sólido en sus posiciones o en sus planteamientos. Calderón prefiere el acercamiento con los panistas. Y abre su baraja para ello… Pero, en tanto, el gobierno parece trabajar en la búsqueda  de la consolidación de sus bases políticas internas, en el PRD la situación es cada día más clara. Y la crisis no tiene solución. Jesús Ortega ganó el partido, sin embargo perdió la fuerza política. Es obvio que habrá grandes confrontaciones con los lopiztas. Y que, como parte de la contienda electoral, vendrá el rompimiento. Es claro que Ortega lanzará discursos y proclamas. No obstante serán sólo parte del juego. El nuevo equipo que controla el PRD está en la línea del acercamiento para con el gobierno. Pero poco tiene que ofrecer para el futuro. Una vez que las elecciones terminen, será obvio que el perredismo habrá retornado a sus niveles históricos de votación. Y entonces se verá si en realidad son útiles para algo en las acciones y decisiones del gobierno. Por lo pronto, Andrés López sabe que ha perdido una batalla muy importante. Y sabe que Marcelo Ebrard poco tardará en dar rienda suelta a su evidente ambición política personal. Sin mencionar que todo mundo sabe que esto aún no termina. Y que habrá aún mucho que comentar en este divorció político…

Y mientras panistas y perredistas sufren para encontrar las rutas de la armonía y la unificación de criterios, en el PRI se ha dado paso a un movimiento que, guste o no, tiene un impacto político importante. Manlio Fabio Beltrones y Enrique Peña, líder de los senadores del PRI y gobernador del Estado de México, respectivamente, sellaron un acuerdo político que establece que, como los dos aspirantes más fuertes del PRI a la candidatura presidencial en el 2012, trabajarán por la unidad y se respaldarán uno al otro al momento de las grandes decisiones. Y el acuerdo señala que el que vaya en el primer lugar de las encuestas recibirá el apoyo decidido del otro. Mucho más allá de todo lo que se quiera decir de este acuerdo, el hecho obvio es que el priísmo quiere mantener la unidad política. Y que, dígase lo que se diga, todos los que aspiran a la candidatura están en un segundo nivel con respecto a los dos políticos señalados. Por supuesto, esto molesta a Beatriz Paredes, quien, a pesar de ser «invitada» al acuerdo, es obvio que no es considerada como un rival serio. Este es un mensaje claro para la tlaxcalteca quien desea utilizar la dirigencia en el PRI para consolidarse como la próxima coordinadora de los diputados del PRI y desde ahí, con el apoyo de Felipe Calderón, buscar la candidatura presidencial del PRI. Sin importar estos el anuncio hecho por Beltrones y por Peña lo primero que hace es colocar a la señora Paredes como una opción menor y sólo para el supuesto de que en un caso muy especial, ni el senador ni el gobernador pudieran mantenerse en la lucha política para el 2012. Por supuesto, todo esto no es más que el inicio de la gran batalla. El PRI quiere la unidad. Pero es tan largo el camino y tantas las ambiciones, que cualquier cosa pueda pasar. Especialmente una vez que Beatriz Paredes inicie su trabajo político para buscar la confrontación de los dos aspirantes más sólidos en su partido… la defensa hecha por el Presidente Calderón es favor del titular de la SSP, Genaro García Luna, ha provocado todo tipo de comentarios. Y den entrada, deja mal parado al presidente, quien a partir de ahora deberá pagar todas y cada una de las facturas que pueda provocar la acción de García Luna. Después, si fue el titular de la SSP quien «inventó» la AFI y son los cuadros a sus órdenes lo que están en absoluto descrédito, lo menos que se puede pensar es que todo se realizó de mala manera y peor planeación. Y ello implica irresponsabilidad e incapacidad. Y después, aparece el fantasma del proyecto para el plan de seguridad que implica enormes sumas de dinero en inversión de equipo, lucha en la que Carlos Slim aparece como una parte más que interesada.

 

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