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Descubren bacteria que permite crecimiento acelerado del agave

Las plantas del agave pronto podrían tener impulso para su crecimiento de manera natural, y es que investigadores de tres universidades del Mundo, entre ellas la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), identificaron una bacteria que ayuda al cultivo a tener un desarrollo más acelerado.

Luego de un año de estudios realizados en Brasil, los investigadores de Rutgers University de los Estados Unidos, la Universidad de Sao Paulo en Brasil, y la UAG, identificaron que la bacteria Bacillus tequilensis, que radica en las semillas del Agave Tequilana Weber, y el cual promueve el crecimiento de la planta e incrementa la biomasa vegetal, incluso en la tierras carentes de nutrientes.

Este hallazgo científico tiene el potencial de convertirse en un biofertilizante, pues a partir de la bacteria aislada en las semillas de Agave Tequilana Weber se puede producir el fertilizante natural y diseminarse en los cultivos, aseguró Miguel Beltrán García, profesor investigador del Departamento de Química de la UAG.

Este descubrimiento sería de gran atractivo para el impulso de la industria alrededor de esta planta, ya que en la actualidad los agaves tardan de 6 a 10 años para alcanzar un tamaño de 40 kilos, pero con el uso de la bacteria como biofertilizante el crecimiento se puede acelerar y alcanzar una masa de hasta 70 kilos.

bacteria Bacillus y agave

El investigador mexicano dijo que “podríamos pensar que bajaría un 60 por ciento (el tiempo de crecimiento), o tendrías plantas con mayor biomasa, plantas más grandes en seis o siete años, el agave es una planta que por su propia fenología tienes que dejarla seis a ocho años para acumular esa cantidad de azúcares que son utilizados para la producción del tequila”.

El investigador explicó que la bacteria Bacillus tequilensis siempre ha estado presente en las semillas y plantas de agave; sin embargo, el uso excesivo de productos químicos como pesticidas y fertilizantes matan la bacteria. Ahora la idea es dejar de reducir el uso de esos materiales químicos para usar el biofertilizante.

Uno de los experimentos que se realizaron en el estudio consistió en  plantar dos muestras de agave en arena de playa, que por su consistencia es carente de nutrientes, a una de las muestras sólo se le agregó agua y no tuvo crecimiento y en un tiempo murió, a la otra se le agregaron las bacterias y si tuvo crecimiento.

Explicó que este descubrimiento trae beneficios ecológicos para los campos y económicos para la industria, pues con el uso del biofertilizante se nutre de manera natural la tierra y se obtienen plantas más grandes en menor tiempo, lo que ayuda a la producción de tequila e inulina.

Actualmente el seguimiento del estudio se realiza en el laboratorio de biotecnología de la UAG, donde estudiantes de esta universidad participan en la medición del incremento de la biomasa en los agaves fertilizados con la bacteria Bacillum tequilensis.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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