Vida Sana

Usarían saliva de pulpo contra el alzhéimer

El Octopus maya (pulpo) es un cefalópodo que se distribuye únicamente en el mar del Golfo de México, cerca de la costa de la península de Yucatán, y ha sido una de las especies más estudiadas desde múltiples enfoques por la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UMDI-UNAM).

Siendo uno de los proyectos recientes fue desarrollado por Sergio Rodríguez Morales, investigador de la Facultad de Química de la UMDI, para la obtención de neuropéptidos presentes en la saliva de este pulpo con el objetivo de evaluar su potencial como agente anti-alzhéimer.

El investigador informó que en la práctica de acuicultura realizada en el Puerto de Sisal, aproximadamente 90 por ciento del pulpo se comercializa para el mercado extranjero después de ser eviscerados, y sus desechos se arrojan al mar. Aunque esto tiene efectos positivos en la recirculación de los componentes del agua, una parte de la evisceración que se realiza en el Puerto de Abrigo de Sisal tiene como resultado un problema higiénico que repercute en el hedor y la mala apariencia de uno de los lugares de trabajo más importantes para la pesca de la localidad.

Dijo que «una de las preguntas fue ¿hay algún valor de estas vísceras que pueda ser reutilizado? Buscando en la literatura encontramos que hubo desarrollo de otras especies como los peces de los que se extraen las proteínas que quedan del fileteo —se obtiene 40 por ciento de la carne y del otro 60 restante de desechos, se hace la extracción de la que resulta el surimi—; y lo que tratamos de encontrar eran moléculas que fueran activas farmacológicamente”.

Uno de los antecedentes del proyecto fue el aislamiento de un polipéptido en el molusco europeo Eledone moschata. Por otra parte, durante el planteamiento de la investigación se publicó un reporte en el que se indicaba que las taquicininas tenían homología con el polipéptido 140, implicado en el mal de Alzheimer.

pulpo

«De manera natural, este polipéptido 140 forma las microfibrillas y las placas amiloides que estaban correlacionadas con el mal de Alzheimer. En ese momento se pensaba que la toxicidad estaba generada por esas placas, pero recientemente se ha descubierto que los que realmente causan la neurotoxicidad son los monómeros, y estas moléculas también tienen homología y tienen inclusión. En el reporte se demostró que esa inclusión provoca la aparición rápida de las microfibrillas, y si se logra disminuir los monómeros, existe la posibilidad de disminuir la neurotoxicidad del alzhéimer, teniendo como resultado un alivio en las personas afectadas», explicó.

De acuerdo con el investigador, el objetivo principal del trabajo consistía en aislar los polipéptidos de la saliva del pulpo para encontrar aquellos que fueran neurotoxinas y taquicininas. Asimismo, había otros datos que aún no se habían reportado en la estrategia de estudio del Octopus maya, como sus modos de alimentación.

En otros estudios se ha reportado que estos pulpos se alimentan de almejas, caracoles, peces, pero sobre todo de los crustáceos. En otros octópodos se había detectado que les gustaba pegarse a sus presas porque hacían un agujero en el caparazón por donde inyectaban la saliva, que demoraba 20 minutos en surtir efecto. Otro mecanismo implicado en su alimentación es agujerear el ojo de la presa para inyectar la saliva. El primer paso fue descubrir si generaba saliva o no.

«Sin embargo, nosotros no logramos obtener así la saliva porque resulta que este pulpo es mucho más elusivo que agresivo, apenas te ve empieza a nadar y se aleja de ti. Su primer mecanismo de defensa es echar tinta y salir corriendo, y en la bolsa no hacía nada, ni siquiera morderla». La estrategia seguida fue la extracción de las glándulas salivales mediante disectomía, que se colocan en agua o ácido ascético para la extracción de sus componentes.

Cuando los investigadores inyectaron la saliva con efecto neurotóxico, resultó que los cangrejos se paralizan de manera parcial, por lo que un pulpo debe inyectar más de una vez para asegurarse de que su rival quede lo más sedado posible. De esta manera se descubrió que la serotonina no solo tiene efecto sobre su presa, sino que también se utiliza como mecanismo de defensa y conservación en caso de canibalismo entre pulpos, y que también puede matar.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.