Sustentabilidad

Más vialidades y menos transporte público: causa de congestionamientos viales

Los problemas de movilidad, vialidad y accesibilidad en la Zona Metropolitana del Valle de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla se han agudizado en la última década, ello ante la presencia de más automóviles particulares como de un transporte público de mala calidad.

Para hacer frente a la expansión urbana desordenada de estas ciudades se ha recurrido a la falsa solución de aumentar las redes viales, cuyo resultado ha sido el incremento explosivo del número de automóviles, generando más y mayores congestionamientos viales, afirmó Daniel Zamudio, Coordinador de Transporte Eficiente de El Poder del Consumidor (EPC),

Según estimaciones del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por su sigla en inglés), de no modificar la tendencia de gasto registrada recientemente en las principales ciudades de todo el país con varios fondos y programas federales, cerca de 90% de los recursos para proyectos de transporte y movilidad se destinarán a obras de ampliación y mantenimiento de la infraestructura vial (48 mil 123 millones de pesos), y sólo 6% a proyectos de transporte público (3 mil 396 millones de pesos), 5% a obras de infraestructura peatonal (2 mil 545 millones de pesos) y menos de 1% para infraestructura ciclista (189 millones de pesos).

Estamos hablando de una distribución de recursos en donde de cada 5 pesos (un cuarto de dólar) de inversión federal en movilidad, 4 pesos se destinan a infraestructura orientada al automóvil particular, a pesar de que sólo uno de cada cuatro viajes urbanos se hace en automóvil privado.

Los datos del aumento del parque vehicular en la Ciudad de México ofrecen un ejemplo claro de la premisa que explica que al construir 1% adicional de vialidades se induce un aumento de 1% en los kilómetros-vehículo recorridos, debido al fenómeno de demanda inducida. Reflejo de esto es el aumento en el parque vehicular en la ciudad: en 1990 no alcanzaba los 2 millones de vehículos; para 2008 ya rebasaba los 5 millones; se calcula que para 2020 serán 7.5 millones, y cerca de 10 millones para 2030.

Una muestra clara de cómo se han ejercido los recursos en las obras viales vs. transporte público está en cómo con el dinero invertido en estas autopistas urbanas habría sido posible construir una red de transporte público de calidad, con al menos 12 líneas de los autobuses de Metrobús que circulan en la capital mexicana (adicionales a las 6 que hoy existen).

Por otro lado, de acuerdo con estimaciones del programa federal ProAire 2011-2020, el conjunto de automotores no sólo es el mayor generador de contaminantes “criterio”, sino que además es el principal emisor de gases tóxicos. Dos contaminantes relacionados con las emisiones del transporte son las partículas finas (PM2.5) y el ozono (O3), siendo éstos los más críticos y dañinos a la salud.

Añadió que “existe evidencia científica que las partículas finas en el aire pueden afectar significativamente la salud de las personas debido a que están formadas o recubiertas por compuestos tóxicos. Las PM2.5 son tan pequeñas que no existe membrana en el cuerpo que impida su paso hasta los pulmones, donde pueden acumularse. Por su parte, el ozono es un contaminante secundario que penetra por las vías respiratorias, provocando irritación de las mucosas y los tejidos pulmonares a causa de su fuerte efecto oxidante”.

Actualmente, se estima que al año mueren en México 8 mil personas por cáncer de pulmón, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias relacionadas con la exposición a contaminantes atmosféricos, generada principalmente por automotores.

Además, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía señala que la contaminación atmosférica representa los mayores costos ambientales en México, al ubicarse en 500 mil millones de pesos al año, lo que representa 4.4 por ciento del Producto Interno Bruto.

La inversión en infraestructura para incrementar la seguridad vial es un indicador contundente, mientras que Estados Unidos invierte 2.70 dólares por habitante y Costa Rica 7.80 dólares, México sólo destina 0.08 dólares por persona, es decir, la centésima parte de lo que gasta Costa Rica, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

México ocupa el séptimo lugar mundial en muertos por accidentes viales y el segundo en América Latina. De 2008 a 2013 se registraron alrededor de 15 millones 296 mil accidentes de tránsito terrestre por colisión con peatones en zonas urbanas y suburbanas, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Prevención de Accidentes (CONAPRA).

Tan sólo en la Ciudad de México se registran 41 accidentes de tránsito diarios; 30% de estos incidentes son atropellamientos, y de éstos 70% se dan en zonas sin infraestructura peatonal (GDF, 2013). Una encuesta realizada por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA) en la zona metropolitana del Valle de México nos dice que 91% de los peatones sienten inseguridad al caminar; dos de cada 10 peatones han sufrido una lesión en la banqueta, y 72% de los peatones se sienten inseguros al cruzar una calle.

Como se mencionó anteriormente, los factores principales detrás de los congestionamientos viales son el alto número de autos particulares que circulan en las distintas megalópolis (ZMVM, Guadalajara, Monterrey y Puebla) junto con la saturación de rutas de transporte público mal planificadas.

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