Sustentabilidad

Extracto del discurso del Presidente Calderón en Copenhague

Es un día muy especial para la Reunión de Copenhague. Voy a hablar a nombre propio y de México.
Traigo un saludo de fraternidad y de esperanza de parte de todos los mexicanos. De fraternidad, porque los mexicanos nos sabemos hermanos del mundo y no tenemos enemistad con nadie, y de esperanza, porque esperamos que Copenhague pueda marcar una nueva era en la lucha contra el Cambio Climático y signifique el inicio de una nueva era para la humanidad.
Estoy convencido de que los líderes del mundo debemos llegar a un acuerdo concreto, justo y ambicioso, para detener el Cambio Climático. El tiempo de excusas y pretextos se ha acabado. Ha llegado el de compromisos y acción. (Invito) a todos, jefes de Estado, presidentes aquí presentes, a romper paradigmas y prejuicios.
Veo con preocupación que lo que aquí se debate tiene que ver con una lucha entre países desarrollados y en desarrollo. Quiero recordarle, señor presidente, que esto no es así, que de lo que se trata no es ver cómo ahondar o cómo ensanchar la brecha entre países ricos y pobres, sino ver cómo cerrar la brecha entre hombre y Naturaleza que está amenazando la subsistencia de la civilización.
La lucha contra el Cambio Climático debe ser asumida por todas las naciones, desarrolladas o en desarrollo. Los países en desarrollo (como) México aspira(n),a ser plenamente desarrollado. Por eso, México se sigue esforzando por cumplir los compromisos establecidos en el acuerdo de la Convención Marco.
Tenemos problemas, pero si no resolvemos el calentamiento global no habrá futuro para nuestros hijos. Fuimos el primer país en desarrollo en presentar una meta global de reducción de 50 millones de toneladas de carbono al año a partir del 2012, de manera unilateral y no condicionada. (Aquí), México asume un compromiso más: reducir para el 2020, hasta 30 por ciento de nuestras emisiones de carbono.
La pregunta es: si queremos o no combatir el Cambio Climático, y si estamos dispuestos o no a trabajar cada quien en combatirlos. Los consensos elementales tienen que ser recogidos para que haya un acuerdo de esta Reunión de Copenhague. Un primer consenso obvio es que el calentamiento está poniendo en riesgo a la humanidad.
Segundo, la ciencia ha demostrado (que) la temperatura media global no puede subir de dos grados centígrados sin consecuencias devastadoras; tercero, tienen que establecerse metas cuantificables y verificables de reducción de emisiones; cuarto, la responsabilidad de los países desarrollados es la fundamental, (pero) nada significativo podrá hacerse sin la participación de todos, y quinto, si bien son importantes las metas de reducción de emisiones, también es contar con recursos para alcanzarlas.
Es vital construir los estímulos económicos adecuados que permitan a los países en desarrollo cooperar en la reducción de emisiones. Lo más importante es tener acceso a los recursos que deben ser en función de los resultados de las acciones que tomemos: el pago conforme a resultados es la base para que el esfuerzo pueda alcanzar los objetivos deseados.
México confía en que pueda prevalecer el interés superior de la comunidad internacional, por encima de los intereses parciales, que se han reflejado en ciertas discusiones de esta Convención.
Exhortar a los líderes presentes en Copenhague a que demostremos un compromiso con el reto del Cambio Climático, adoptando posiciones flexibles, responsables, conciliadoras y audaces e invitarles a que apoyen la propuesta de celebrar en México la próxima Conferencia de las Partes, la Conferencia de las Partes Número 16, para que se celebre en nuestro país. En Copenhague estamos trazando el rumbo, y en México vamos a traducir los acuerdos en instrumentos jurídicos que nos vinculen.
México los espera a todos ustedes con el deseo de encontrar unidos un camino cierto para superar el Cambio Climático y abrir nuevos caminos para la humanidad.
Muchas gracias.

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