Sustentabilidad

El maíz que se consume en México es transgénico

Rafael Cienfuegos Calderón
 
Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicaron un artículo en la revista Agroecology and Sustainable Food Systems, en el que revelan que el 90.4 por ciento de las tortillas que se consumen en México contienen secuencias de maíz transgénico, lo mismo que el 82 por ciento de las tostadas, harinas, cereales y botanas elaboradas con este grano.
El estudio encabezado por Elena Álvarez-Buylla Roces, del Instituto de Ecología y del Centro de Ciencias de la Complejidad, en el que participaron Emmanuel González Ortega, Alma Piñeyro Nelson, Elsa Gómez Hernández, Eduardo Monterrubio Vázquez, Marlenne Arleo, José Dávila Velderrain y Claudio Martínez Debat, precisa que el alimento básico de la dieta nacional tiene una presencia alarmante de transgenes, que provienen de plantas de maíz que han sido transformadas en laboratorios de Estados Unidos, principalmente, para resistir plagas y tolerar el herbicida glifosato. 
En México, lugar de origen y diversidad del maíz, en donde cada habitante consume en promedio medio kilogramo, se ha encontrado el herbicida glifosato que recientemente fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “probable cancerígeno para los seres humanos”.
Los científicos muestrearon prácticamente todos los productos hechos preponderantemente con maíz que se encuentran en el supermercado, así como las tortillas de tortillería. Los compararon con las tortillas aparentemente más artesanales, que son de maíz nativo y hechas por personas ligadas al campo. Estas últimas fueron positivas para transgenes con una frecuencia mucho menor, y no presentaron glifosato.
El maíz transgénico no está permitido en México a campo abierto, ya que está en proceso una demanda colectiva que lo impide desde 2013, año en que se aplicó una medida precautoria que prohibía su siembra en tanto el proceso legal estuviera vigente.
Álvarez-Buylla detalló que México produce suficiente maíz para el consumo humano: nativo e híbrido no transgénico. “En 2016 se produjeron 25.7 millones de toneladas de maíz, de las cuales 12.3 millones se vendieron para consumo humano, 4.2 millones para autoconsumo, 4.4 millones para el sector pecuario y 1.5 millones para exportación”.
Las 10 millones de toneladas que se importan anualmente desde Estados Unidos deben usarse sólo para alimento de ganado o insumos industriales altamente procesados, pero no para consumo humano, y menos si es grano contaminado con glifosato.
La doctora en ecología y genética molecular del desarrollo pidió que se apoye a la agricultura sostenible, agroecológica y campesina (que fortalecería al campo mexicano) para que este maíz nativo o criollo, de alta calidad nutricia, complementado con el híbrido, que se produce en el norte del país, cubra las necesidades nacionales.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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