Sustentabilidad

Desarrollan tecnología que aumenta los niveles de producción del agave tequilana

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) generó tecnología que reduce el tiempo de cosecha del agave tequilana Weber a través de la técnica de fertigación y que permite en menos de cinco años la producción de piñas aptas para la industria del tequila, jarabes, inulina y biocombustibles, por mencionar algunos productos.

El investigador del Campo Experimental Las Huastecas, Lamberto Zúñiga Estrada, señaló que la fertigación es una técnica de producción intensiva, utilizada a nivel mundial en sistemas de producción a cielo abierto y en la agricultura protegida, que ha permitido mejorar el rendimiento y calidad en cultivos de granos, hortalizas y frutales.

Dijo que “la fertigación consiste en aplicar de manera simultánea agua y nutrimentos a través de un sistema de riego presurizado (goteo); la aplicación se realiza con alta frecuencia y uniforme para humedecer el suelo donde la raíz es más activa, lo que permite que el agua y el fertilizante sean usados eficientemente por la planta. Como consecuencia, se incrementa el rendimiento y el costo por tonelada producida es menor, así como también se reduce la contaminación de aguas subterráneas por la lixiviación del fertilizante”.

Zúñiga Estrada señaló que para evaluar la planta de agave con la técnica de fertigación, durante el ciclo del cultivo se realizaron ocho evaluaciones o muestreos destructivos (septiembre de 2004, febrero de 2005 y octubre de 2005-2010) de plantas establecidas en diez condiciones de fertilidad de suelo inducidas mediante fertilizantes; se midieron las características agronómicas de la planta: altura y diámetro, número de hojas, peso de piña y azúcares reductores en la piña.

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Asimismo, se evaluó el peso húmedo y la materia seca de hojas, piña, hijuelos, raíces y cogollo; posteriormente, en la materia seca de cada órgano se determinó la concentración de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg), detalló el también miembro de la Sociedad Mexicana de Ciencias Hortícolas (Somech).

Al proporcionar con mayor frecuencia el agua y fertilizantes, dijo el especialista en Edafología con énfasis en Nutrición Vegetal, originó en la planta de agave un mayor crecimiento y producción de biomasa de hasta cinco veces más de la que se obtiene con el sistema tradicional de producción.

La información generada permitió demostrar que con la tecnología es posible obtener rendimientos de 252 toneladas de piña por hectárea, con 30 por ciento de azúcares que supera los estándares demandados por la industria del tequila”, añadió.

Agregó “por otro lado, el kilogramo de piña obtenido con esta tecnología tuvo un costo de producción de un peso con 20 centavos, mientras que en las plantas desarrolladas en condiciones de temporal y sin fertilización el kilogramo de piña producido fue de un peso con 80 centavos. Lo anterior significa que la tecnología de producción intensiva permite producir el kilogramo de piña de agave 33 por ciento más económico que con el sistema tradicional”.

De acuerdo con el investigador, el estudio fue realizado en Tamaulipas como respuesta a las demandas de tecnología de productores del sur del estado, región donde el cultivo del agave se introdujo en el año 2000 como una alternativa de producción de materia prima para la industria tequilera de Jalisco. Su siembra se justificó legalmente en el Certificado de Denominación de Origen Tequila obtenido desde 1977 en 11 municipios del sur de Tamaulipas.

Subrayó que la información generada permitió documentar la dinámica de la acumulación de materia seca y la extracción de los nutrimentos en follaje y piña, determinándose las demandas nutricionales de la planta de agave en diferentes etapas de desarrollo, así como la cantidad de nutrimentos que el agave requiere para generar una tonelada de piña.

Dijo que “esta información es básica para definir un programa de manejo de fertilizantes de acuerdo con la etapa de desarrollo del cultivo y del rendimiento que se pretenda alcanzar. Las demandas nutricionales generadas en Tamaulipas deben ser ajustadas en cada región o zona productora de agave de acuerdo con las características físicas y químicas de los suelos y el rendimiento objetivo que se pretenda”.

Aunque el proyecto de investigación financiado por la Fundación Produce Tamaulipas, A. C. ya finalizó, el especialista del INIFAP adelantó que se pretende trabajar en diferentes regiones y especies de agave. “Se requiere difundir esta experiencia en las diversas zonas productoras de agave, demostrar en el terreno de los productores la tecnología, ajustar en cada región la información de nutrición generada y continuar estudios para manejar eficientemente el agua y los nutrimentos en el cultivo de agave, bajo un enfoque multidisciplinario e interinstitucional”, concluyó.

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