Sustentabilidad

Bajo amenaza las abejas sin aguijón

La deforestación de las selvas, el uso indiscriminado de pesticidas, el crecimiento urbano desorganizado aunado a un desconocimiento de su biología, e inadecuados métodos de manejo, se han convertido en las principales amenazas para las abejas nativas sin aguijón en México (de las especies trigonas y meliponas), alertó José Javier Quezada Euán, jefe del Departamento de Apicultura Tropical de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), en el sureste nacional.

Quezada Euán, también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias, destacó que las abejas sin aguijón, principalmente la Xunan Kab, conocida científicamente como Melipona beecheeii, se han cultivado por los pueblos mayas desde hace cientos de años siendo parte esencial de la medicina tradicional, rituales y cosmogonía maya.

La miel que producen se usa para tratar algunas infecciones en ojos, oídos, problemas respiratorios, digestivos y de la piel. Incluso las mujeres consumen miel después del parto. Sin embargo, aún hace falta realizar más investigación sobre las propiedades curativas y antibióticas atribuidas a las mieles y resinas colectadas por estas abejas con gran potencial económico.

Recientemente ha ocurrido una popularización de la meliponicultura (cultivo de las abejas sin aguijón), dijo, pero lamentablemente en muchos casos carentes de información adecuada lo que enciende focos rojos.

“Pasamos de un desinterés por las abejas nativas en las décadas de los ochenta y noventa, a una popularización tremenda en los últimos años que podría convertirse en una amenaza”, señaló.

Existe una gran demanda de colonias y una oferta creciente de cursos e iniciativas con la intención de “rescatar” a las abejas sin aguijón, pero no se están realizando proyectos de la manera correcta, la asesoría que se ofrece consiste, a veces, en una información que se imparte en un par de días y no existe un seguimiento y acompañamiento a los meliponicultores.

Explicó que se comenten errores muy básicos que van desde el tamaño de las cajas de madera donde se aloja a estas abejas, en los procesos de transferencia para división y en la reproducción, lo que ocasiona que las colonias de meliponas se pierdan.

”No hay información adecuada y hemos sabido de muchos oportunistas, gente sin experiencia ni entrenamiento en el manejo de este tipo de colonias que se atreven, incluso, en dar asesorías, que lejos de favorecer la actividad la afectan de manera negativa”, sostuvo.

Ante esta problemática, Quezada Euán sugirió a los interesados en las abejas sin aguijón, acercarse a instituciones de enseñanza como a investigadores y meliponicultores con experiencia para no poner en riesgo a las colonias y hacer un uso adecuado de la biodiversidad.

Igualmente, hizo hincapié en la necesidad de regular y vigilar con mayor interés las prácticas de deforestación, porque no se toman en cuenta los beneficios derivados de la polinización. Las prácticas agrícolas intensivas actuales ponen en peligro la sustentabilidad del importante servicio ecológico que prestan las abejas en general.

Los ciudadanos también pueden contribuir para el rescate de las abejas nativas, manteniendo jardines y parques con flores adecuadas para estos antófilos (que aman la flores), evitando destruir sus nidos y consumiendo sus productos como la miel y el polen.

Cabe mencionar que en el mundo se conocen alrededor de 500 especies de abejas sin aguijón que, junto con las abejas melíferas (tribu Apini), son las más sociales, con distribución restringida a las regiones tropicales y subtropicales del planeta. En México se reporta la existencia de al menos 46 de esas especies, 16 de ellas en la Península de Yucatán, en México.

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