Opinión

Presidente voluble y bocón

El nuevo Presidente de Estados Unidos  es voluble y es hablador. Es echador de culpas. En México hay un personaje de comedia, ”La Chimoltrufia”, célebre por  su frase de “así como digo una cosa, digo otra”. Ese prototipo es el del mandatario de la primera potencia mundial. Y México padece la beleidosidad del personaje. Siguiendo la narrativa populachera y despectiva, el tal señor nos agarró de su “puerquito”, nos tunde y nos apapacha. Es echador de habladas. El Presidente de México vive la contradicción y en medio de las sátiras del gringo lo ha parado en seco, enarbolando la dignidad y la soberanía nacional. Estamos al filo de romper relaciones.

Todos los protocolos de la diplomacia, de la relación de dos gobiernos, los ha pisoteado. Todo el trato de países vecinos, de pueblos hermanos. Todo lo hizo trizas. Su vanidad burlona, provocativa es la que impera en su estilo de ser Presidente de EEUU. Y el mandatario mexicano mantiene la línea de la diplomacia. Por lo voluble del otro tiene que patinar y adaptar el texto del discurso.

Estamos ante la trama de una novela mordaz, picaresca. Y belicosa. No se registra en la historia moderna un gobierno así. Solo puede referirse a Calígula, del imperio romano. El tal Trump es como “chivo en cristalería”.

Los personajes centrales son: Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos. Y Enrique Peña Nieto, de México. El primero puede cumplir con la representación del payaso del circo; el segundo, el mago de la Repúbl ica, que sin perder la formalidad busca la magia del entendimiento.

Trump  es escandaloso. Propone  continuar la construcción de un muro fronterizo para contener la migración. Es ignorante o se hace. El muro ya está una parte, fue levantada por los gobiernos de George Bush y de  Bill Clintón. Usaron su derecho de hacer lo que quieran dentro de su territorio. Ellos lo pagaron, con los impuestos de estadunidenses. Este quiere obligar a México pagarlo. Enrique Peña Nieto lo paró en seco. No pagará. Y firme canceló el viaje a Washingtón donde se reuniría con Trump.

En el gobierno de Barak Obama se registra la expulsión más numerosa de migrantes, más de 2 millones 800 mil personas. Solo que no escandalizó. Trump habla de sacar a tres millones, no lo hace, pero lo ha manipulado como la gran amenaza.  Y hay una cadena de amenazas. Hasta

Extorsiones a los empresarios estadunidenses, con aplicar castigos fiscales  si invierten en México. Está, por ignorante, contra el Tratado de Libre Comercio, es parte de la política de aliados y de invertir en México para dar empleos y detener la migración.  “Con Trump; ni a la esquina”, debe decir Peña Nieto.

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