Opinión

Mala imagen en educación

Los personajes enrredados con la educación nacional, hacen desfiguros públicos. Son la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo; y el nuevo, reciente, secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio. Ambos han dejado una estela de mala imagen institucional magisterial y de educación pública. Por el sindicato y su dirigente la figura emblemática e histórica de vocación de maestro se ha derrumbado. Y al titular de la SEP, Lujambio, le ha tocado explicar lo inexplicable, la desaparición de la enseñanza de historia de México en libros de texto gratuito.
Elba Esther Gordillo tiene el origen sindical y tuvo la fortuna que en un golpe de timón presidencial, de Carlos Salinas, fuera escogida para sustituir al entonces líder eternizado en el magisterio, Carlos Jongitud; la maestra, desde entonces, mostró la piel de camaleón, que cambia de color según sean las circunstancias. Vivió y militó en el PRI y todo tuvo. Con la candidatura de Vicente Fox traicionó al partido tricolor y la estructura magisterial garantizó el triunfo de Fox para la presidencia de México. Hizo el mismo trámite político con Felipe Calderón.
Ha sumado el poder y riqueza. El SNTE es su ínsula y ha obtenido de la Presidencia de la República la extensión del ISSSTE, de la Lotería Nacional, incluso de la Policía Federal. Poder y más poder y más riqueza. Hasta cargos públicos a su familia. Pero la vocación del servicio público, como la vocación de la educación, está por los suelos en su imagen. Su estructura de comunicación es un enredo caprichoso lleno de mutilaciones. Lo lamentable es que la lideresa se ha convertido “en el hazme reír” en sus discursos públicos.
El caso Lujambio, se parece al caso del nuevo director del IMSS, Daniel Karam; lo malo fue hecho con la anterior administración; pero les ha tocado dar la cara a eso malo. La mutilación de las páginas de historia, sobre la conquista española, interrelacionada con la historia prehispánica y la ausencia del pasaje de la Colonia generó la polémica nacioanl. Polémica inútil; porque inútil es la mutilación de los libros de texto. La pregunta al secretario de Educación es: ¿qué daño se dio, por generaciones, estudiar la historia y cuál es el beneficio de mutilarla ahora? Igual que Elba Esther, al maestro Lujambio le deben fortalecer el equipo de comunicación, para fortalecer la imagen de la institución educativo.

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