Opinión

Lo cotidiano con clase

Principia un año y de inmediato surgen nuevos propósitos, mejores intenciones y, desde luego, promesas y compromisos cuyo propósito toral es implementar y aplicar condiciones de vida plena y satisfactoria para los más de 110 millones de mexicanos que aún no pierden la fe ante la adversidad.
Por lo pronto, en el Congreso de la Unión, diputados y senadores se aprestan a agarrar al toro por los cuernos y, ahora sí, anuncian y se comprometen a legislar para consensuar y aprobar las tan anheladas reformas que demuestren sustento económico, sentido social y político que den congruencia a la democracia y solidez a la economía.
No sin algunos nubarrones de confrontación y de verborrea, al más decantado estilo de la esgrima política, presentes en los primeros días del naciente 2010, se anuncian acciones encaminadas a buscar soluciones.
En la Cámara de Senadores, los coordinadores del PAN, PRI, PRD, PVEM, PT y Convergencia, en sesión de la Junta de Coordinación Política, acordaron realizar un seminario coordinado por el Instituto Belisario Domínguez los días 25 y 26 de enero en donde se instalarán dos mesas de debate.
Los indicios dejan entrever que la intención es renovar el modelo político actual para cambiar la normatividad y el funcionamiento del gobierno, dejar atrás los parches fiscales o paquetes económicos aprobados en el 2009– aunque esto es materia exclusiva de los diputados hasta ahora– así como recoger y tomar en cuenta la propuesta de reforma política del Presidente de la República, iniciativa que se encuentra en Comisiones para su análisis, así como las impulsadas por partidos y legisladores.
Los senadores se reunirán con expertos, académicos y especialistas nacionales y extranjeros, dirigentes partidistas, representantes del gobierno federal y con al menos media docena de gobernadores, para escuchar sus puntos de vista y planteamientos.
Trabajarán y debatirán sobre la ratificación de los secretarios de Estado nombrados por el Presidente de la República; renovación del presidencialismo; fortalecimiento del Congreso y la relación entre poderes. También valorarán la posibilidad de que el Plan Nacional de Desarrollo sea aprobado por las Cámaras e, incluso, abrir la posibilidad de que el Presupuesto de Egreso de la Federación sea ratificado por el Senado.
Contemplarán la reelección inmediata y la segunda vuelta; el referéndum, la ausencia total del Presidente; el sistema electoral, la reforma del Poder Legislativo; el impacto de la reforma en el Federalismo, la cooperación entre gobiernos divididos y un nuevo acuerdo institucional.
En comentarios posteriores al acuerdo, el coordinador de los panistas, Gustavo Madero, resaltó la importancia de la reforma a alcanzar que podría considerarse como la madre de las reformas, para dar paso a transformaciones pendientes, esto luego de pronunciarse por alcanzar acuerdos a favor de la iniciativa presidencial.
El priista Manlio Fabio Beltrones y el perredista y presidente del Senado, Carlos Navarrete acotaron: la discusión y análisis no se constreñirá a la iniciativa presidencial, se irá a todas propuestas existentes y las que se registren conforme se acerque la fecha del foro. Queda claro que existe suficiente voluntad política para avanzar en esta reforma, sin importar que éste año es políticamente intenso, previo a la contienda electoral de renovación de los poderes ejecutivo y legislativo en el 2012.
Confiemos, una vez más, aunque suene utópico, que los legisladores eviten la contaminación partidista y electorera al analizar las propuestas existentes. Lo mejor para México sería que el pleno aprobara un dictamen consensuado. Le queda poco tiempo político, económico y social a este país.

Acerca de Pepe Cámara

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