Opinión

Lo cotidiano con clase

Todavía no concluyen en materia electoral las estridencias, ataques, pronunciamientos, desgarramiento de vestiduras buscando culpables a quiénes achacar la culpa por las derrotas, algunas estrepitosas, y ya surgieron voces que demandan cambios en la nueva Ley Federal Electoral, sobre todo en materia electrónica
En el Senado de la República se lleva a cabo la Mesa de Evaluación de la Instrumentación de la Reforma Electoral 2007- 2008, organizada por la Junta de Coordinación Política, presidida por Manlio Fabio Beltrones Rivera quien al dar la bienvenida al consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, expresó:
Mediante la consulta a especialistas y funcionarios, los legisladores buscan el perfeccionamiento del marco jurídico electoral en aras de que en el 2012 se tengan mejores resultados por parte del Instituto Federal Electoral.
Del señalamiento se desprende que, por alguna extraña razón, la tan cacareada reforma electoral, en este proceso electoral para renovar la Cámara de Diputados, gubernaturas y congresos estatales, no satisfizo a los partidos y, mucho menos, a la ciudadanía.
Menos, cuando al amanecer el 6 de julio, la estridencia exigía modificar la Ley y el proceso mismo para tratar de poner orden en cuestiones económicas con los medios electrónicos, incluido el internet, fue utilizado hábilmente para campañas, digamos, poco honestas y menos limpias, para atacar y denostar, al contrario.
El presidente consejero, Leonardo Valdés, propuso a los senadores legislar sobre modalidades electrónicas de votación y pidió apostar por la tecnología en los procesos electorales para ampliar los tiempos para transmitir programas de los partidos políticos.
La intención, se dijo, es que funcionarios de mesas directivas de casillas y consejeros distritales, no tengan un doble desgaste al cumplir su responsabilidad y que al aprovechar los avances tecnológicos y la creatividad científica para concebir instrumentos de votación confiables, tengan certeza los ciudadanos y los partidos políticos.
Aceptando, sin conceder, que algo se logró al encauzar de mejor manera contiendas más competidas en materia de acceso a los medios de comunicación, contribuyendo a la equidad en la contienda y restringiendo el uso de recursos privados en la compra de tiempo electrónico, es notorio lo señalado por el consejero Marco Antonio Baños Martínez.
Existe —dijo— la necesidad de revisión del recuento de los paquetes electorales para futuras elecciones federales, ante el posible incremento de votantes en las urnas. Resultaría materialmente imposible realizarlo en los tres días establecidos actualmente en la ley.
Para el consejero Bolaños, con la asignación de tiempos en los medios electrónicos de comunicación, el dinero ya no fue un elemento determinante en la competencia política, pero reconoció, es preciso revisar lo que tiene que ver con el hecho de que si hay violaciones reiteradas por algunos concesionarios o permisionarios y analizar el tema de las sanciones.
Será el sereno, pero de que hay que meterle mano a esta cuestión de los medios electrónicos, es necesaria y urgente. Lo comprobamos con la televisora que deberá pagar casi 23 millones de pesos por no transmitir 5 mil 734 mensajes promocionales de los partidos.

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