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De no atenderse la información generada por organizaciones dedicadas a la investigación y al análisis estadístico, sobre todo en materia de salud, el próximo gobierno federal podría enfrentar un grave problema económico de alrededor de 150 mil millones de pesos.

Luego de que la tendencia en el número de personas con obesidad y sobrepeso creció en las últimas mediciones de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensaut), es de esperarse que el gasto público destinado para contrarrestar estos padecimientos aumente.

El estudio corresponde al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, mismo que debe servir de arranque a la LXII Legislatura cuando se dictamine el Presupuesto de Egresos de la Federación.

A través del documento “El reto de la obesidad infantil en México”, se refiere que acorde con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) para 2017 “los costos de salud generados por enfermedades asociadas al exceso de peso corporal en el país ascenderán a 150 mil millones de pesos”.

Factores de riesgo para el incremento del peso corporal en la población en general y en los menores de 18 años, son el bajo costo para adquirir alimentos con poco valor nutrimental, pues una sopa instantánea puede adquirirse por 6.50 pesos, y el consumo de refrescos representó más del 300 por ciento respecto al gasto en frutas o verduras entre 2002 y 2008.

En México, la tendencia es consumir alimentos chatarra y con altos índices de azúcares, grasas o sales, por ello, ocupa el cuarto lugar en obesidad infantil en las naciones integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Al respecto, la Cofemer manifiesta que obesidad y sobrepeso tienen otro tipo de consecuencias: en la salud, y en los altos costos que genera la atención médica, las pérdidas en horas laborales, pagos por incapacidad transitoria o permanente, pérdidas salariales y pensiones por muertes prematuras.

Al crecer, los obesos tienen mayores posibilidades de desarrollar enfermedades crónicas, de ahí, la importancia de considerar a la obesidad y al sobrepeso infantil como problemas de salud pública que, si no son atendidos con éxito, se convertirán en una amenaza a la calidad de vida y un incremento del gasto médico en las próximas décadas.

Otro grave factor que se desprende de la Encuesta Nacional es que esa situación de salud trajo consigo una serie de productos que son promocionados para la reducción de tallas y que presumiblemente generan resultados asombrosos y sin hacer ejercicio. Estos son los más de 22 mil productos milagro a la venta en México.

El Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública resaltó que la Cofemer alertó de los riesgos que representan los “productos milagro”, ya que el costo por tratamiento de las reacciones secundarias de éstos representan cerca de 104.7 millones de pesos anuales.

El documento cita que, según la Secretaría de Educación Pública, el porcentaje total de niños en edad escolar con obesidad y sobrepeso es mayor en Yucatán, Baja California Sur, Baja California, Distrito Federal y Tamaulipas.

La responsabilidad gubernamental: prevenir problemas de salud a mediano plazo y eficientar costos médicos.

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