Opinión

Legislativa ambiental

Dice Federico Reyes Heroles: “Para los aliancistas se trata de una gran victoria sobre todo por Oaxaca y Puebla… Pero si el antipriísmo se convierte en la principal argamasa de las alianzas… Calderón puede empezar a despedirse de los proyectos de reformas de fondo que requieren de ese interlocutor. La parálisis se acentuará. Calderón podrá entregar buenas cuentas en cuanto al desplazamiento del PRI de gubernaturas y pésimas en cuanto al avance del país. El costo de no quitarse la camiseta es muy alto para México”.*

Según reportes de los respectivos institutos electorales, la alianza PAN-PRD y los que los sigan, triunfó en Oaxaca, Puebla y Sinaloa. La operación le salió bien a quien debiendo ser un hombre de estado declina a semejante responsabilidad para convertirse en un operador faccioso.

El hombre que apenas hace unos días convocó a la unidad de las fuerzas políticas, y, debemos suponer, civiles, hace cuanto está a su alcance para disminuir a una de esas fuerzas que, como sea, tiene presencia nacional.

Ganaron gubernaturas, como aliados. Habrá que ver cómo responderán, desde plataformas ideológicas distintas, a sus compromisos. Quienes se formaron en principios diferentes a los de quienes, circunstancialmente, hoy son compañeros, tendrán que hacer honor a esos fundamentos.

Cómo responderán a sus respectivos seguidores. Estos exigirán actuaciones congruentes con la razón de ser de sus organizaciones. Desde el momento de concebir los planes y programas de gobierno hasta su ejecución y conclusión. No son los mismos unos y otros. Se mirarán con desconfianza. A las ineficiencias e ineficacias en las acciones de gobierno seguirá el reclamo de comunidades agraviadas por falta de cumplimiento de estructuras dirigidas a propósitos distintos.

Las fuerzas de izquierda (que las hay) demandarán programas en los cuales el objetivo sea el grupo social. Los del lado, antes de enfrente, privilegiarán la acción individual. Mientras unos pugnan por constituir un capital con base social, los otros reclamarán espacios para el capital privado. ¿No lo vivimos en la cuestión petrolera?

Las fuerzas agraviadas cobrarán los agravios; cobrarán las acciones fallidas; cobrarán las omisiones y los caminos no aceptados.

El sedicente “jefe” de las instituciones, quien supuso que podría alcanzar dimensión de estadista, se encontrará con un ambiente enrarecido que le hará difícil la gobernabilidad. De por sí en los años transcurridos no la ha alcanzado a plenitud.

Sus acciones facciosas colocan al país en riesgo de pasar de una violencia criminal, a la que se combate pero contra la cual no se está en guerra, según las más recientes definiciones, a una violencia social y política.

El hombre cuya alma mater es la Universidad de Harvard, no la Escuela Libre de Derecho, concluirá su administración con un balance que hará aceptar que Vicente Fox tenía razón cuando dijo: “me van a extrañar”.

El presidente espurio, según lo define Andrés Manuel López Obrador, contemplará, pasado el último día de su gobierno, cómo, por falta de oficio, no le fue posible pasar del “sí se puede, al ya se pudo”. No, nos quedaremos, como dice la voz popular en el “ya ni modo”.

*El Dictamen, martes 6 de julio de 2010, Veracruz, Ver., 1ª sección, pag.6.

Acerca de Ulises Villalba

El autor no ha proporcionado ninguna información.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.