Opinión

AMLO, un cacique

 

Manuel Camacho Solís

Discursos aparte, la confrontación en el  seno de la izquierda mexicana, cualquier  cosa que eso sea, está en pleno crecimiento. Andrés Manuel López Obrador ha lanzado ya su proclama. Y con ella, los límites sobre los que deberá transitar cualquier decisión si el resto de las fuerzas desea una “candidatura de unidad”. Primero, el tabasqueño calificó de traidores a quienes encabezan el PRD. Ya lo traicionaron, pero dice, no tienen fuerza. El MORENA tiene más fuerza que todo el perredismo. El ajuste es simple: Si Ebrard quiere ser candidato, pasará a ser uno más de los traidores. Y el PT y Convergencia me harán candidato. Después, AMLO se reúne con los representantes del DIA y sin rubor alguno, marca sus exigencias. Cualquier acuerdo implicaría que el control de las candidaturas de la izquierda serían, sin más, decisiones del propio señor López Obrador. Como es claro, esto no es más que la exigencia de una rendición incondicional. Y por más que se diga otra cosa, no habrá acuerdos al final del día. Así, Marcelo Ebrard quiere construir una plataforma “social” que le ayude a levantar su fuerza.

Y por ello decidió seguir las huellas de Enrique Peña Nieto, con gasto en publicidad en nueva novia con boda en puerta y todo lo que ya conocemos. Pero es claro que ello no le alcanzará para nada. Así, López Obrador amenaza con arrojar al PRD al cuarto lugar de la contienda electoral. Y como ello significaría la bancarrota financiera, que es lo que los perredistas quieren mantener, habrá que calcular la posibilidad de que a medio camino, Ebrard, con Manuel Camacho a un lado, declinen en favor de alguno de los candidatos punteros, con lo que simplemente “consumarían” la traición que desde ahora ha planteado AMLO. En todo este juego, queda aún, la pieza de los “bejaranos” que, sin ser mayoría, sí tienen una fuerza importante en las trincheras de la izquierda. Ellos resultan lesionados con la fractura. ¿Pero a quién dedicarán sus favores? Esa es la duda más seria. Y no tardará mucho en que las señales se lancen para ubicar al “señor de las ligas” y a sus seguidores, al lado de cualquiera de los grandes rivales en esa singular izquierda mexicana… El debate sobre las deudas estatales y el revire en torno a la dramática deuda externa e interna del gobierno federal tiene un lado altamente positivo. Es claro que los gobiernos estatales, todos sin importar partido de que provienen, es un tema que debe analizarse con mucho cuidado.

Pero al hacerlo, habrá que poner atención en la forma en que el gobierno federal controla y manipula los recursos que deben entregarse a cada entidad. Así, habría que conocer las razones por las que los gobiernos con mandatarios no panistas, son los que reciben sus recursos con lentitud y en buena parte de los casos “en abonos”. Y del otro lado, habría que debatir qué es más peligroso para el país, ya que el crecimiento de la deuda externa en esta administración es algo que poco se menciona, pero que mucho llama la atención. Con un crecimiento de más del 100% y con el añadido del brutal crecimiento de la deuda interna, resultaría que la deuda de los estados sumada, quedaría reducido a una proporción de 10 a uno, por lo menos, en relación al reto federal. Y ello no se ha querido analizar. Pero eso no es todo. Si a este problema se añade el asunto del desmesurado aumento de la llamada alta burocracia, tendríamos algo que dejaría a los gobernadores como inocentes personajes de la política nacional.

Hay tantas nuevas subsecretarías y “homologados” y tantos nuevos directores generales y “homologados” que el costo para el erario es verdaderamente alucinante. Y digan lo que digan el panismo y el gobierno, este es un problema mucho más serio que el de la deuda de los estados, por más que nos digan otra cosa… Por cierto, a unas cuantas semanas del escándalo provocado por el choque entre Elba Esther Gordillo y Miguel Angel Yunes ¿qué es lo que sucedió con todo lo que se dijo? Esto es, ¿qué hay del desfalco en el ISSSTE y qué hay de las demandas millonarias de la profesora? ¿Cómo es que el PAN acepta llevar como aliada a la señora Gordillo en las elecciones en Michoacán, con la hermana de Felipe Calderón como candidata y cómo es que se asegura que el señor Yunes pronto estará dentro de la estructura del PAN con miras a conquistar una candidatura para el Senado? Estos son temas que un PAN de “manos limpias” y “respeto al estado de derecho” podría aclarar antes de atacar a los rivales con exigencias de cuentas que ellos no son capaces de rendir.

Acerca de Norberto de Aquino

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