Opinión

La Teología del Martirio

La noticia fue salvaje, los hechos reprobables, la reacción estupor e indignación. En uno de los lugares más bellos del Estado de México, en los bosques cercanos a Ixtapaluca, una banda de rufianes, bellacos y desnaturalizados, humillaron, violaron y robaron a un grupo de jóvenes que habían salido a buscar paz espiritual.

Nos sumamos a los miles de indignados por este hecho que nunca debe volver a pasar. Nuestras autoridades de inmediato han dado muestras de diligencia y eficaz averiguación. Hemos conocido a mucha gente que sufre a causa de su fe, para este caso no importa si son Católicos o Protestantes, el hecho de buscar a Dios debe ser sagrado a todas luces y permitido, como lo es por nuestras leyes. Las tierras generosas del Estado de México y del País, son testigos de cómo muchos perseguidos de otras latitudes han encontrado aquí, un remanso espiritual que no debe perderse jamás.
Existen personajes que han sufrido la humillación y la discriminación a causa de su fe, son en años todavía cercanos a nosotros los testimonios de aquello que ocurría tras la llamada cortina de hierro, los creyentes eran arrestados, encarcelados y muchas veces muertos.

Sin duda duele y la solidaridad humana nos lleva a expresar este sufrimiento por medio de una teología de sufrimiento, a fin de que la angustia no sea en vano sino trascendente. Este es el principio Bíblico que nos enseña que Dios conquista por medio de una persona que nace, crece predica el Evangelio y luego muere, dando su vida por todos para salvarlos. Jesucristo, es el varón de dolores experimentado en quebranto.

En años recientes hemos llegado cada vez más a la conclusión de que el sufrimiento se halla en el corazón de aquellos que quieren ser creyentes y que saben lo que significa vivir por ello. Hemos visto a nuestros amigos sufrir por una enfermedad o una pena, pero los dolores más intensos son aquellos que se experimentan en el alma. Es necesario padecer, debajo de la superficie de este tema, pero sobre el también, escuchamos las palabras del Divino Maestro: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” Jn.16:33

El plan de salvación y el amor por dar a conocer estas cosas ha llevado a los creyentes al sufrimiento, pero también al gozo, visitamos constantemente las prisiones y allí, los hombres y las mujeres quedan tan abrumados por este gozo en esos ambientes de sufrimiento que ya no escuchan mas sino que son quebrantados en sus propios corazones y cambiados totalmente.

Si usted ha sido tocado por el sufrimiento, hay una teología, un estudio del Dios de amor que lo quiere librar del dolor sin sentido y darle en medio del dolor un canto.

Acepte usted el mensaje del Amor de Dios en Cristo.

Aarón Cortés Hernández es Pastor en la
Iglesia Cristiana Interdenominacional, A.R ser@iciar.org

Acerca de Aarón Cortés Hernández

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