Desde un organismo gubernamental de EEUU se metieron miles de armas de alto calibre a México, las cuales cayeron en manos del crimen organizado. Aviones estadunidenses de espionaje, sin pilotos, recorren territorio mexicano. Desde ese país el periódico The New York Times, publica que cuerpos de espionaje militar gringos actúan en suelo de México, como son la CIA, la DEA y elementos del Pentágono, están en una base militar. El Presidente Barak Obama presuroso declaró que es una colaboración y que no se viola el maco jurídico mexicano. Pero el Gobierno de Felipe Calderón no informa. Del operativo de introducción de miles de armas dice que no lo sabía. Ahora, hay otra violación constitucional y silencio. Mientras tanto la militarización de la seguridad pública sigue.
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