Opinión

Gobierno: Tres Poderes… Tres Órdenes

* Jueves 2 de octubre. 9:30 horas. Estación del Metro Miguel Ángel de Quevedo. Servicio interrumpido en dirección a Indios Verdes. Después de 10 minutos de permanecer sin movimiento orden de desalojar el tren. La espera, la acumulación de usuarios, inquieta. Transcurren los minutos. Se pasa al enojo, del enojo a la exasperación, de la exasperación a la intolerancia, a los empujones, a los insultos. No hay información. Se ignora el por qué de la interrupción. Avanza el tren en forma lenta. En la estación Zapata se vuelve a detener; 5… 7… 10 minutos más. Algunos desesperados abandonan las instalaciones. Buscan alternativas de transporte. Se supone, sólo se supone, que la situación obedece a movilizaciones estudiantiles, y de otra naturaleza, con motivo de la fecha que se conmemora: la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, 1968. Pero podrían ser otras las causas de las fallas en el servicio. Los pasajeros no disponen de información para decidir qué hacer a fin de llegar con oportunidad a sus destinos.

* Reunión del Consejo Mexicano para el Desarrollo Rural Sustentable correspondiente al mes de octubre, 2014. En su condición de presidente suplente del colegiado, encabeza el subsecretario de desarrollo rural Juan Manuel Verdugo Rosas. Llega apresurado procedente de Baja California Sur donde ha sido comisionado por parte de la SAGARPA para participar en las tareas para la recuperación de las actividades productivas. En una semana más, está convencido, se retornará a una normalidad. Relativa, por supuesto. En lo que compete al subsecretario se ha propuesto una ruta de “cero burocracia”. En una situación de excepción no puede acudirse a protocolos de tiempos regulares para la atención de las demandas de las comunidades, asegura el distinguido egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

* Apegarse a procedimientos, protocolos, consignados en manuales de organización pareciera ser la ruta adecuada para no incurrir en equivocaciones que pueden acarrear consecuencias indeseables para quien no la siga. En el ataque a Pearl Harbor, 1941, un oficial a cargo de una batería antiaérea destapaba con cuidada dedicación los cañones. Un cocinero, cuchillo en mano, preguntó qué hacía. Cumplo con el reglamento para descubrir y operar el arma. El cocinero cortó las cuerdas que ataban las fundas y así la batería quedó dispuesta para la defensa.

* ¿Leyenda? Pudiera ser. Más cerca a nosotros. Cuenta el contador Ramón Aguirre. Cuando tenía a su cargo la jefatura del Departamento del Distrito Federal ocurrió un gran incendio en uno de los tiraderos de basura. Era de madrugada. El responsable para atender el siniestro llamó por teléfono a don Ramón. Le expuso la situación. Éste le respondió. Si hablaba para saber qué hacer debía darse por despedido. No, el funcionario en cuestión sabía cómo actuar. Entre otros procedimientos contratar servicios complementarios a los bomberos para atender la emergencia. Debía licitar el contrato, según la norma. Ejemplo de burocracia, como otros, que deben superarse como bien propone Juan Manuel Verdugo.

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