Opinión

Gobierno: tres poderes… tres órdenes

* La simpatía que mexicanos, interesados en la política de los Estados Unidos, tienen por el Partido Demócrata, el de los burros (el Republicano es el de los elefantes), data en mayor medida de la presidencia de John Kennedy. Fue el primero de aquel partido huésped de la Casa Blanca católico, el primero en acudir con su esposa Jacqueline a la Basílica de Guadalupe, nuestro mayor santuario, el creador de la Alianza para el Progreso, finalmente no fue alianza ni progreso, a la manera del Plan Marshall en Europa de la posguerra, en lo más álgido de la guerra fría, cuando debía disminuirse al oso ruso en América. Por eso se ve con mayor esperanza a Obama frente a Mitt Romney que, entre otras cosas, ve a los indocumentados como “ilegales”. A ver qué pasa el 6 de noviembre.

* Estoy convencido: uno ni otro podrán hacer más por México en la gestión presidencial. Sin embargo mi ánimo está por Obama. Romney representa, para mí, los intereses de la plutocracia de su país. Reconozco, mis sentimientos están a favor de quienes se me parecen más. En beisbol, por ejemplo, soy seguidor de los que van contra los “mulos” de Manhattan. Ni qué decir: la “limpia” que logró Detroit frente a ellos, en la serie por el campeonato de la Liga Americana, me provocó tanta alegría como alegría me causó la derrota del América ante las Chivas, aunque el rebaño sagrado no sea ya mexicanísimo equipo de sus orígenes.

* Se cumple mi tradicional desayuno con compañeros de estudios de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Estoy en franca desventaja, en mi condición de sociólogo, frente a los demás, politólogos: Alejandro Mújica, Gilberto Calderón, Gustavo Hernández Enríquez, Jesús Gama, Pedro González Ascuaga; el único con quien compartía profesión en esos encuentros, Rolando Martínez Murcio, partió “al nuevo tiempo de su otro tiempo” hace un año. La reunión, como es habitual, fue plena de recuerdos amables como amable es nuestra relación en los días del presente. Temas en la mesa: Mújica cuestiona la formación de nuevos partidos políticos; Gilberto hace un documentado análisis de la política cubana, conoce bien del asunto, en la isla caribeña cumplió comisiones diplomáticas; Gustavo aborda la cuestión de la movilidad política en nuestro país en los regímenes postrevolucionarios, propone una ampliación a la materia de tu tesis de licenciatura en los años 60, no sólo le mereció mención honorífica sino reconocimiento de académicos nacionales y extranjeros; Jesús Gama trató del teatro como instrumento de formación cívica comunitaria, sabe de ello en tanto fue, con Eraclio Zepeda, bajo la dirección de Antonio Murrieta Necoechea, uno de los creadores del Teatro CONASUPO de orientación campesina; Pedro González Ascuaga habló de los alcances de la fiscalización superior en México y las expectativas de la propuesta Comisión anticorrupción de Enrique Peña Nieto. Si bien la reunión fue prolongada sólo se alcanzó a hacer el planteamiento de hipótesis en tema. Cada uno de ellos merece un tratamiento que reclama muchas horas de análisis y discusión. Por mi parte los dejo en el ánimo de quien quiera darles seguimiento. Si alguien desea aportar ideas con gusto las recogemos. Puede escribir a buzón@miambiente.com.mx.

* Y a todo esto ¿En dónde queda Azerbaiyán? Quien responda con certeza se hará acreedor a una foto de Marcelo Ebrard tomada en alguna reunión de conciliación entre los grupos que luchan por el “poder” de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Una institución, si es que ya lo es, que muestra claramente los alcances de gobiernos compartidos entre autoridades y estudiantes.

Acerca de Hector Villar Barranca

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