Rafael Cienfuegos Calderón
El próximo jueves el Senado de la República entregará la Medalla Belisario Domínguez 2020 al personal médico del sector salud, los “héroes anónimos” que con profesionalismo y agotadoras horas de trabajo han hecho frente a la pandemia desde hace 19 meses no obstante el riesgo de contagiarse, enfermar y morir. Ese prestigioso galardón que es para reconocer merecidamente la labor de médicas (os), enfermeras (ros), laboratoristas y todo el personal dedicado al cuidado de la salud y la vida de los mexicanos durante la contingencia, se pretende que lo reciba, no obstante, Hugo López-Gatell, en su representación. ¿Por qué, si como responsable de la contención de la pandemia carece de méritos? Nunca ha estado en la primera línea de atención a enfermos, no ha padecido desesperación ante la falta de equipos de protección, de ventiladores y camas para hospitalización, ni agotamiento físico ni desvelos y tampoco ha puesto en riesgo su vida, todo lo ha visto de lejos, y su función se distingue por ser más política que sanitaria. Pero si llega a ocurrir que por obediencia ciega al Presidente los senadores del movimiento-partido oficialista llaman al médico-científico del gobierno del cambio a recibir la medalla, con ese acto harán una apología a la usurpación y simulación, en tanto que él se asumiría como el más cínico de los funcionarios de la Cuarta Transformación, toda vez que el número de contagiados y muertos revelan fracaso en el combate a la pandemia. Además es cuestionable que López-Gatell haya callado en su calidad de médico y científico ante las ocurrencias y dichos del Presidente en cuanto a que el covid no es más grave que una simple gripe, que el cubrebocas no sirve para evitar el contagio, que el país es de los más preparados para enfrentar la situación y tiene menos riesgo por la afectación del virus, que no es algo terrible ni fatal, ni siquiera equivalente a la influenza, que hay que abrazarse, no pasa nada, que hay politiqueros que hacen conferencias y videos sobre el coronavirus con información falsa, que al país no le hará nada la pandemia, que solo si hace falta, me hago la prueba, que el escudo protector es la honestidad y no permitir la corrupción, como el detente, detente, enemigo, que el corazón de Jesús está conmigo. Nadie, pero nadie más digno para recibir la Medalla Belisario Domínguez, que un (os) representante (s) designado (s) por el personal médico que ha combatido la enfermedad.
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