Opinión

ATISBOS

 

Toman vuelo las pérdidas económicas del AIFA

Rafael Cienfuegos Calderón

La primera mega obra emblemática de la Cuarta Transformación puesta en marcha, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), tiene pérdidas que suman millones de pesos. Para rescatarlo el gobierno del cambio recurre a la transferencia de recursos vía subsidio. De esa forma, con los impuestos que paga el “pueblo”, cubre las pérdidas que tiene y que no dejará de tener en tanto no sea un negocio financieramente rentable. Tras ser inaugurado el 21 de marzo la facturación diaria del AIFA en el primer mes fue de 9 mil 946 pesos, contra 748 mil 746 pesos que se gastaron para que operara, lo que da un déficit de 738 mil 800 pesos. ¿Con qué cubrió el gobierno ese monto?, con los impuestos del “pueblo”. La revelación de la mala situación financiera del nuevo aeropuerto fue hecha por Aldo Munguía al publicar en El Financiero la información proporcionada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la autoridad del AIFA en respuesta a solicitudes de transparencia. Al cumplir 30 días de operaciones registró ingresos por 308 mil 331 pesos en tanto que los gastos operativos fueron de 23 millones 211 mil 143 pesos, lo que arrojó una pérdida de 22 millones 900 mil pesos. El 21 de junio la terminal aérea militar y comercial de Santa Lucía cumplió tres meses con el mismo número de vuelos desde su inauguración por falta de demanda de viajeros, por lo que el quebranto económico acumulado al mantenerse sin cambio el costo operativo, es de 69 millones 634 mil 361 pesos. Además, en el AIFA hay 193 espacios asignados para renta de locales y de ellos solo 85 están contratados. El aeropuerto Felipe Ángeles, obra emblemática del gobierno del presidente de la transformación junto con el Tren Maya y la refinería Dos bocas, que tuvo un costo de construcción (según datos oficiales) de 75 mil millones de pesos de recursos públicos (aunque trascendió que superó los 84 mil millones), presenta una situación financiera de inviabilidad que es difícil predecir cuánto tiempo durará y hasta cuándo tendrá que subsidiarse. Quizá por esto no puede dejarse de comparar con el proyecto del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, de inversión privada, que se canceló ya avanzada la obra por el resultado de la consulta popular impuesta por el Presidente para decidir su suerte y en la que participaron un millón 067 mil 859 personas, menos del 1% del padrón electoral. Pero en su afán por impulsar al Felipe Ángeles para que tome vuelo, el promotor de la 4T ha planteado a las aerolíneas un paquete de estímulos para que migren 20% de sus vuelos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA) dijo a El Financiero que Volaris, que prevé tener cien operaciones por semana en la nueva terminal, obtendrá beneficios en costos aeroportuarios 40% más bajos, y en el aeropuerto de Toluca, que es también competencia para el AIFA, con mejor infraestructura y vías establecidas de comunicación, no como en Santa Lucía que carece de ellas, el gobierno dará incentivos hasta del 70%. Con ello, a las pérdidas económicas que tiene el aeropuerto de Santa Lucía, que se cubren con los impuestos del “pueblo”, se sumarán los recursos que las aerolíneas dejen de pagar por la vía de impuestos bajos por uso de las terminales aéreas, que serán un subsidio gubernamental para el sector privado.

Acerca de Juan Carlos Machorro

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