Opinión

ATISBOS

El poder político tiene fecha de caducidad

Rafael Cienfuegos Calderón

Un hecho indiscutible que no perciben los políticos es que su poder dura lo que dura un cargo de elección popular: presidente de la República, gobernador, presidente municipal, alcalde, diputado y senador, y que una vez terminado el sexenio o el trienio ese poder desaparece y dejan de ser omnipotentes. En cambio, un trabajador ordinario, un periodista, va a serlo hasta que su capacidad mental y física se lo permitan y solo dejará de ejercer su oficio o profesión cuando por decisión propia se jubile o en el momento en que sin querer muera. Por estas razones  no se entiende la obsesión del Presidente promotor de la supuesta transformación de pelarse con periodistas, columnistas y medios de comunicación a los que tiene tirria, ataca y exhibe en las mañaneras con medias verdades y acusaciones de que carecen de profesionalismo y ética, de estar al servicio de mafias de poder que no lo quieren y están en contra de su gobierno, y de ser corruptos sin que para demostrarlo presente pruebas. Afirma que dan a conocer  información falsa toda vez que “es mentira” que el Tren Maya vaya a dañar el ecosistema del sureste del país, que el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles no sea de calidad internacional, que secretarios de Estado y gobernadores violaron la ley al promover la ratificación de mandato, que la ley eléctrica va en contra de la energía limpia, inhibe la inversión  y genera un monopolio, o que su hijo tenga vida de millonario sin trabajar. Cuesta trabajo creerle al Presidente cuando dice tener otros datos sin que los dé a conocer, cuando afirma que lo difaman pese a que los hechos sean inobjetables, y cuando gráficamente presenta cantidades de dinero que dice reciben sus principales críticos de la prensa y las propiedades que supuestamente ostentan, puesto que la sección de los miércoles de la mañanera ¿Quién es quién en las mentiras?, es un espacio creado deliberadamente para desacreditar, denostar y linchar a los periodistas y medios que considera son sus enemigos por publicar información que incomoda y exhibir actos de corrupción que no se desmienten más que con palabras. El presidente del cambio puede seguir peleándose con la prensa aunque sepa que no va a ganar nada, a pesar de que su retórica es muy buena para explotar en lo inmediato escándalos y formar cortinas de humo para distraer la atención de la opinión pública de los graves problemas que hay en el país y no se atienden, porque en dos años y medio termina su sexenio y caduca el poder que ejerce de manera autoritaria hasta ahora. En caso contrario, los periodistas y los medios de comunicación seguirán informando del quehacer de todos los gobernantes en turno, sus decisiones y actos, y del adecuado o inadecuado actuar de los políticos en tanto no llegue su fecha de caducidad. Según datos de la ONG Artículo 19, el Presidente ha emitido mil 945 ataques a la prensa desde que inició su mandato.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.