Opinión

ATISBOS

Arriesgan la vida y los reconocen con una medalla

Rafael Cienfuegos Calderón

A los profesionales de la salud que en los últimos nueve meses han probado a cabalidad y muerte que lo son a pesar de las deficiencias en clínicas y hospitales del IMSS, ISSSTE e Insabi, y que hacen frente a la pandemia aún sin insumos de protección de calidad como gafas, máscaras, respiradores, cubrebocas, batas y trajes impermeable (denuncia hecha días después del 28 de febrero en que se oficializó el primer contagio de Covid 19 y del 18 de marzo cuando inició la estadística de muertes, les será entregada la Medalla Belisario Domínguez por su incansable lucha contra el virus. Es un reconocimiento legítimo a hombres y mujeres que con servicio, vida, humanidad y amor al prójimo, atienden y permanecen en la primera línea de batalla en contra del COVID-19, según los miembros de la Cámara de Senadores. Se trata de un galardón que en nombre de las médicas (os) y enfermeras (os) -277 mil 287 y 370 mil 709, respectivamente, que de acuerdo al Presidente había al 24 de abril en el país- recibirán dos representantes del gremio, que por ser intangible e impersonal, no significará nada para nadie. ¿Por qué el desaliento? Porque se trata de un pobre reconocimiento en comparación con el riesgo, el desvelo, la excesiva carga, el agotamiento, la desatención de la familia, y la desesperación ante el creciente número de pacientes a  atender a causa del fracaso de la estrategia sanitaria que no obstante el millón  277 mil 499 contagios y las 115 mil 769 muertes la autoridad en salud del gobierno del cambio se niegan a modificar. Tampoco son un reconocimiento los bonos económicos que como premio se anunciaron y que, hay que precisar, no serán para todos. Están excluidos, por ejemplo, los laboratoristas de nosocomios de salud pública, que amenazan con parar actividades ante las inadecuadas condiciones de trabajo y la falta de estímulos a pesar de que son los que hacen y seguirán haciendo durante el tiempo que dure la pandemia los exudados faríngeo y nasofaríngeo para las pruebas PCR y los diagnósticos. Lo que podían haber hecho y no hicieron, primero el Presidente al elaborar el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021 y luego los diputados para aprobarlo, era haber asignado más dinero al equipamiento hospitalario, la compra suficiente de medicamentos e insumos sanitarios de protección general y, en particular, para el Covid, así como para asignar un aumento digno al salario de los profesionales de la salud, los laboratoristas, los técnicos, los camilleros y todos, todos, los que hacen posible que a pesar de los pesares clínicas y hospitales funcionen. ¡En fin! En la actualidad México tiene el récord mundial de muertes de personal sanitario con 2 mil 179, y de contagiados con más de 150 mil.

 

Acerca de Juan Carlos Machorro

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