Opinión

ATISBOS

El Buen Fin en tiempos de pandemia y crisis económica

Rafael Cienfuegos Calderón

El Buen Fin de este año servirá de parámetro para conocer  el estado en que se encuentra la economía familiar de cara a una pandemia que tras cumplir nueve meses este mes ha golpeado el bolsillo de todos los mexicanos, pero más que nada, el de las clases media baja, media media y media alta que son las que potencialmente compran tanto productos básicos como de alto costo. El programa nacional de promoción al consumo se extenderá del nueve al 20 de noviembre para posibilitar que mediante la compra-venta en línea, más que la presencial, el resultado sea cuando menos similar a los 118 millones de pesos de 2019. Para ello el gobierno del cambio adelantará a la semana del día 3 al 8, la entrega de 50% de aguinaldo a los trabajadores al servicio del Estado que por sus salarios tienen la posibilidad de gastar mínimo entre cinco mil y diez mil pesos. No obstante, a causa del impacto de la pandemia (pérdida de empleo y de ingresos) entre quienes integran la clase media (más-menos 41 millones), es posible que la meta de ventas del próximo Buen Fin no se cumpla. Cabe hacer notar que el consumo doméstico de productos no básicos se hace a partir de los excedentes económicos que tienen los sostenedores de una familia en el momento que los requieran, lo que contrasta con quienes ahorran para ese fin específico, con los que gastan parte de su salario del mes, y con quienes comprar porque reciben por adelantado la mitad del aguinaldo como un gesto de solidaridad del gobierno federal con el sector comercio, que está urgido de la reactivación de la demanda. En noviembre de 2019 al dar a conocer el resultado del Buen Fin, la secretaria de Economía, Graciela Márquez informó que la encuesta telefónica de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) arrojó que 60% de la población no compró nada, y que lo más adquirido por el 40% que si compró fue ropa y calzado (26%), electrodomésticos (12%), celulares y accesorios (11%), pantallas (10%), aparatos multimedia, videocámaras y DVDs (9%), y muebles (8%). El 28% erogó de 2,501 a 5,000 pesos, 17% de 5,001 a 7,500, 16% de 1,001 a 2,500 y 16%, de 7,501 a 10,000. El pago lo hizo el 29% con tarjeta de crédito de bancos o tiendas, otro 29% con dinero del salario, 23% con lo ahorrado previamente para ese fin, 14% usó lo que tenía para otro gasto y apenas 7% ocupó parte de aguinaldo adelantado. A causa de la pandemia se espera un repunte en las compras por línea, que el año pasado se hicieron en 12%, mientras que 88% acudió a las tiendas.

 

Acerca de Juan Carlos Machorro

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