Opinión

Incertidumbre social por militarismo

 

Marisela Morales

El oxígeno se enrarece. Nubarrones  oscurecen la visión. Crecen los augurios  sobre un remolino político, que destroce la vida social del país. Ambiente tenso, al cual el Presidente Felipe Calderón agita los vientos. Extraño estilo. Golpear y explicar. La intromisión militar, aprovechando la oscuridad de la madrugada, para forzar la entrada a una propiedad privada, un hogar. Sin orden judicial, para sacar a un ciudadano de su casa, de su recámara. Flagrante violación constitucional del domicilio y violación de derechos humanos.

El escenario militarizado, no el nombre del detenido, preocupa y llena de incertidumbre. “Fue por una llamada anónima”. Así el gobierno explica la acción militar, en Tijuana. Argumentando una dudosa flagrancia, se metieron al domicilio de Jorge Hank Rhon, delante de su familia fue sacado, detenido, trasladado a la ciudad de México, entregado a la Procuraduría de la República. Le fue imputado el delito de acopio de armas. Jorge es un personaje, del negocio de casinos, del dinero y de la política. Siempre bajo la polémica y presunción de delitos. Es del PRI y su apellido es gran referente del Estado de México, entidad que vive campañas electorales para elegir nuevo gobernador. La PGR recibió el caso y armó el acta y ordenó el traslado del detenido a una prisión en Tijuana y pasó el asunto a jurisdicción de un juzgado de Distrito. Marisela Morales, la procuradora, dirigió las diligencias; mientras, la subprocuradora, Patricia Bugarin, ocupó los noticieros para difundir el presunto delito y consignación, agregando otros. En Tijuana, la juez novena de distrito, Blanca Evelia Parra Meza, ordenó la libertad del presunto, por falta de evidencias.  Se dice llamada anónima al Ejército. Y se pregunta ¿Cuándo el Ejército ha dado un teléfono para hablarle? ¿Quién ordenó al Ejército el operativo? Está en duda la legalidad de la acción militar.

La actuación de la PGR, con la titular Maricela y la subprocuradora, son señaladas de fracaso judicial. Y no es así. Recibieron del Ejército el caso. En Baja California, el gobierno estatal reaprehendió a Jorge Hank, declarando su arraigo por otro presunto delito de homicidio. Y fue liberado nuevamente por inconsistencia.  El Jefe supremo del Ejército es el Presidente de la República. Con diferencia de horas el mandatario, Felipe Calderón, ante estudiantes de la Universidad estadunidense, de Palo Alto, California, arremetió contra lo que llamó del pasado, un partido, hegemónico, autoritario, que masacró estudiantes, desapareció opositores, bajo ese tenor, sin mencionar al PRI por su nombre, lo culpó de eso y más. El Presidente Calderón no dijo que cuando el PRI perdió en las urnas, la Presidencia de México, acató el resultado de la elección, en el 2000, entregó el poder pacíficamente. Y que en 2006 el PAN, con él, Felipe Calderón, ganó una elección muy polémica. Y un partido y su candidato, el PRD y Andrés Manuel López Obrador, lo desconocieron, hicieron marchas, plantones y tomaron el recinto legislativo para impedir su toma de posesión. Y por la acción, directa y presencia física del PRI, el Congreso de la Unión logró sesionar y hacer la toma de posesión y declararlo constitucionalmente Presidente. Ahora se mutila la historia, se rebasan leyes y se prodiga una cadena de ataques. ¿Ahora la guerra política?.

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