Opinión

¿Presidente desinformado?

¿Es aceptable la idea de que el Presidente de la República “no sabe” lo que se hace o deja de hacer en su administración? Con seriedad, ¿es posible aceptar la idea de que acuerdos políticos de primer nivel pueden implementarse y “después” informarle al Presidente de la República? La respuesta por supuesto, es que no. Dar por buena esa versión sería tanto como aceptar que al Presidente se le puede mentir, engañar o manipular. Y ello es simplemente, inaceptable. Así, la crisis política que se vive hacia el interior del gobierno y que ha fracturado al PAN, lejos está de quedar resuelta con un “no sabía”. Ahora, en cambio, quedan interrogantes muy serias en torno a todo lo sucedido. Y las respuestas, cualquiera que pudieran ser, dejan ver un colapso enorme en la gestión de Felipe Calderón. Así, es obvio que el gobierno y el PRI sellaron acuerdos en torno a la reforma fiscal aprobada a finales del año pasado. Es obvio que los priístas que llegaron a semejante acuerdo, Beatriz Paredes y Enrique Peña, carecen de un liderazgo auténtico en su partido. Pero también es claro que el presidente aceptó los cambios que el resto de los priístas propuso (eliminar el famoso 2% para la pobreza y elevar un punto el IVA para compensar las cosas), y que al momento de hacer frente a las elecciones de julio próximo decidió romper todos los acercamientos. Resultaría infantil, en el mejor de los casos, suponer que César Nava decidió ir por las alianzas electorales con el PRD, sin tener en las manos las instrucciones presidenciales. Sería igualmente ingenuo, creer que Fernando Gómez Mont aceptaría acuerdos con los priístas sin tener el respaldo de Los Pinos. Así, en este enredo lo que salta a la vista no es otra cosa que la desesperación electoral del gobierno y el miedo a perder territorio y votos ante el partido tricolor. Y esa desesperación se pone de manifiesto cuando la estrategia que se aceptó como vía de escape a la crisis queda anclada en un patético “el presidente no sabía”. Aceptar que el Ejecutivo Federal puede ser colocado fuera de las decisiones políticas de fondo sería tanto como aceptar que al presidente no se le informa de lo que sucede en el país. Al PAN y al gobierno podría resultarles mucho más caro el remedio que la enfermedad… Por otro lado, las alianzas en las que tanto se ha confiado el panismo, arrojan ya serios problemas. De entrada, panistas y perredistas olvidaron que la teoría establece que “dos debilidades juntas no producen una fuerza”. Después, olvidaron los agravios lanzados desde las filas perredistas en contra del PAN, sus militantes, tanto como en contra de Felipe Calderón y su gobierno. Después, no fueron capaces de entender que una alianza electoral carece de sustento. No entendieron que con trabajos, pero en ocasiones puede alcanzarse un “acuerdo de gobierno”, con un proyecto claro y de largo alcance. Buscar que el rival no gane como gran objetivo es simplemente, patentizar la carencia propia de cuadros, proyectos y respaldo social. Y por si todo esto fuera poco, olvidaron que el PAN tiene un historial fincado en ideas y principios que nada tienen que ver con los acuerdos sellados con los perredistas. Y al acercarse al PRD simple y llanamente, se alejaron del panismo doctrinario. Los problemas para el PAN y para el gobierno podrían conducir a una nueva catástrofe electoral… La crisis interna en el PAN alcanza un punto crítico en el caso de la selección de candidato al gobierno de Veracruz. Al momento de escribir estas líneas, no había decisión alguna. Pero el conflicto estaba ya a la vista. Si la decisión se inclina a favor de Miguel Angel Yunes, director del ISSSTE, los panistas se sentirán agraviados. Yunes es cualquier cosa, menos un panista auténtico. Seguidor de Elba Esther Gordillo y expriísta declarado, Yunes busca satisfacer una ambición personal a costa del panismo veracruzano. Y podría no ganar nada. Si la decisión queda a favor de Gerardo Buganza, el PAN quedará complacido, pero podría no recibir todo el apoyo político para una campaña importante. Y podría no ganar nada. La crisis en el PAN es casi tan seria como la que se vivió en 1975, cuando las divisiones internas llevaron al partido blanquiazul a no lanzar candidato a la Presidencia de la República, dejando la vía totalmente libre para la campaña de José López Portillo. Los riesgos actuales son muy serios… Los problemas derivados de las inundaciones en el Estado de México y el DF aún no terminan. Y se acepte o no, el impacto político está aún por ser debidamente entendido…

Acerca de Norberto de Aquino

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