Notas

Una épica de las carreras Off-Road, la Mint 400 de Las Vegas

Entre las carreras Off-Road más épicas de Los Estados Unidos, automáticamente se piensa en la legendaria “Mint 400”, la competencia más grande y antigua celebrada en el desierto de Las Vegas; en donde participan más de 20 clases de vehículos de Off-Road.

La edición 2018 marcó el aniversario 50 de la icónica carrera, contará con la participación de un trío de atletas muy original Cameron Waters, piloto australiano de V8 Supercars; Jackson Strong, piloto australiano de Freestyle Motocross; y el patinador mexicano Fernan Origel, quienes deberían recorrer las 400 millas a través del desierto; algo así como 643 km… a poco más de 220 km/h.

Quienes son asesorados por el mexicano y ganador de la categoría Trophy Truck Spec del campeonato Score en 2017, y también atleta Monster Energy, Elías Hanna, así como el piloto y dueño del equipo Jim Riley.

Al respecto, el corredor de Off-Road Elías Hanna, dijo que “formar parte del proyecto como coach fue una experiencia que me emocionó mucho, el poder crear un programa de entrenamiento para mis compañeros quienes debían manejar las 400 millas más demandantes del desierto de Nevada, no fue fácil. Analizamos a cada uno de ellos con base a sus capacidades y así fue cómo determinamos el plan. Estaban realmente interesados y concentrados en hacer su mayor esfuerzo y me alegró bastante poderles compartir consejos y secretos de conducción”.

Explicó que entre los cambios que presentaron es poner a los pilotos ante una serie de retos físicos y mentales para prepararlos para la ardua competencia, como es llevar al extremo su resistencia en una sesión de entrenamiento de Artes Marciales Mixtas con la peleadora profesional de MMA, Jessica Clark.

“Claramente, si Jessi quería… podía arrastrarnos con un sólo brazo por todo el gimnasio, aprendimos mucho de ella de una manera muy divertida, por supuesto la condición física que tiene es brutal y nos llevó más allá de nuestros propios límites”, mencionó Origel.

Posteriormente, los atletas afinaron su coordinación mano-ojo para asegurarse de estar listos para cualquier eventualidad en el desierto, bajo la batuta del famoso mago Murray Sawchuck.

El último reto, y probablemente la prueba más importante antes de la carrera oficial, consistió en abordar un vehículo UTV e incursionar en el desierto. Evidentemente resultó ser sólo un aperitivo de lo que vendrá.

“Cuando menos lo supe ya tenía puesto mi traje de copiloto, y debía meterme a la Trophy Truck Spec para continuar la carrera al lado de Jim y adentrarnos al desierto. Mi sensación era como estar en una guerra donde había que estar alerta todo el tiempo, indicarle si se aproximaban curvas bajas, medianas o fuertes, advertir si había piedras en el camino y ese tipo de cosas, todo esto a una velocidad irreal; lo tomé muy enserio y me concentré a ser los ojos del vehículo, cualquier error o equivocación de mi parte nos costaría muy caro. Finalmente concluyó mi trayecto de la ruta, y honestamente esta experiencia será una de las que contaré por el resto de mi vida, el equipo hizo un gran trabajo”, concluyó Origel.

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