Notas

Regenera Pemex zona devastada por contaminantes

 

Texistepec, Ver.- En este municipio donde a la extinta Compañía Exploradora del Istmo le llevó de 1969 a 1993 convertir una vasta zona natural en páramo, Petróleos Mexicanos (Pemex) hizo posible en los últimos siete años el resurgimiento de especies de flora y fauna, a través de un ambicioso Proyecto de Remediación Ambiental.

En un amplio recorrido por la zona, Mi Ambiente constató el avance de los trabajos de limpieza que, a decir del biólogo Juan Ávila González, es arduo, y constituye un reto por el alto grado de contaminación y degradación que causó el azufre en tierras de cultivo, los hidrocarburos que secaron la presa que era sustento económico de los lugareños mediante la pesca, así como la muerte de miles de animales, insectos y plantas, alterando el ecosistema.

A decir de Abelardo Placeres, coordinador administrativo del Proyecto de Remediación Ambiental, a cargo de Pemex Gas y Petroquímica Básica, además de los 550 millones de pesos invertidos entre 2002 y 2008 están previstos alrededor de 400 millones de pesos más entre 2009 y 2012, año en que concluirá.

La historia de cómo se involucró Pemex en este problema la contó Placeres así: En 1993 la Compañía Exploradora del Istmo, clienta que compraba azufre y gas, se declaró en quiebra y para cubrir los crecientes adeudos que tenía con la paraestatal ofreció sus activos. Pero resultó que las instalaciones y todo alrededor estaba altamente contaminado y degradado, por lo que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), ordenaron y obligaron la remediación ambiental.

Para dar vida al proyecto se conformó un equipo interdisciplinario en el que participan, a la fecha, ingenieros civiles, eléctricos, agrónomos, administradores, un biólogo y especialistas en Medio Ambiente, que por consenso determinó qué hacer, cómo hacerlo y con qué hacerlo. Posteriormente, se pidió a la Facultad de Ingeniería de la UNAM lo plasmara y avalara en un proyecto a efecto de que la Semarnat lo autorizara.

El Proyecto de Remediación Ambiental ya resolvió dos de los  cinco grandes problemas: el depósito a cielo abierto de 550 mil metros cúbicos de desperdicios ácidos y el saneamiento del agua ácida de una presa. 

En el primer caso, se acumularon los desperdicios en un montículo piramidal que se denomina celda de estabilización, debidamente impermeabilizada, que en la parte superior tiene una base de seis hectáreas y otras 13 hectáreas alrededor, actualmente verdes y sembradas de árboles.

En el segundo, ya fueron remediados 11 millones de metros cúbicos de agua donde se realizan trabajos de reproducción de especies -peces y camarón- para que la población del lugar pueda retornar a la pesca de autoconsumo. Ambos casos forman parte de la primera etapa.

Resta por hacer, en una segunda etapa, la limpieza de 240 mil metros cúbicos de hidrocarburos derramados en lo que fue la presa, de los que, a la fecha, se han retirado de manera manual 80 metros cúbicos, que son almacenados en celdas. Además, la rehabilitación de 30 kilómetros de caminos construidos con material azufrado que son la causa de muerte de especies de flora y fauna y el taponamiento de dos mil 888 pozos mal perforados y con fugas que emanan gas e hidrocarburos –mil 800- ya fueron atendidos.

La tercera y última etapa consiste en propiciar el desarrollo pleno de la vida acuática –se introdujo la repoblación de pejelagarto, especie en peligro de extinción-, y silvestre de la zona, y cubrir todo el espacio disponible de árboles.

Al concluir en 2012, el Proyecto de Remediación Ambiental y una vez liberado Pemex por las autoridades ambientales, es muy probable que la zona saneada sea transferida al gobierno de Veracruz para su preservación y conservación, confió Placeres, quien precisó que 500 personas del municipio tienen trabajo permanente.

 

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