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Usa titanio para sanear el aire, Hospital Manuel Gea González

El Hospital Manuel Gea González de la Ciudad de México es un proyecto emblemático de la empresa arquitectónica con sede en Berlín Elegant Embellishments, que fabricó un sistema de losas decorativas con dióxido de titanio (TiO2), diseñadas para absorber la contaminación del aire, según información publicada por ShareAmerica.

Allison Dring, arquitecta estadounidense y codirectora de Elegant Embellishments, explica la forma como funciona. Dice que los módulos articulados facilitan la circulación del aire por superficies que permiten al TiO2 la máxima oportunidad de hacerlo.

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Combinar la química para el cepillado del aire con un diseño agradable “para hacer a los ambientes mejores a un nivel molecular” es la misión de Dring y su socio diseñador Daniel Schwaag.

Ya empleado en el blanqueo de protectores solares y pintura, el TiO2 fue utilizado en la arquitectura por primera vez cuando el fabricante de cemento Grupo Italcementi elaboró hace una década un cemento que se limpiaba solo.

Poco después, el descubrimiento de que el TiO2 también limpiaba el aire, amplió su potencial para su uso en la industria de la construcción ecológica.

El TiO2 es fotocatalítico, lo que significa que se activa cuando recibe la luz solar. La luz ultravioleta estimula la interacción entre el TiO2 y los contaminantes dañinos tales como los óxidos de nitrógeno (NOx) [monóxido y dióxido de nitrógeno (NO + NO2 = NOx)] y partículas, convirtiendo los gases contaminantes y la materia orgánica en componentes más benignos.

Otra aplicación, elaborada y puesta en el mercado por Alcoa Inc., es un laminado a partir de TiO2 que se usa para el pegamento entre paneles de aluminio.

Alcoa dice que sus paneles EcoClean con Reynobond no solamente limpia el aire a su alrededor, sino el propio edificio al permitir que los contaminantes se laven mejor con las lluvias.

Por otra parte, científicos de la Universidad de California (Riverside) prueban unas tejas contra el esmog, y en Holanda riegan las carreteras con TiO2 con resultados interesantes, como es la reducción de la contaminación del aire en un 45 por ciento.

Estas soluciones son prometedoras y la mejor calidad del aire es buena, aunque existen alguna preocupaciones.

En la fabricación del dióxido de titanio se producen sustancias peligrosas y se precisa más investigación sobre las escorrentías de agua de los edificios cubiertos con TiO2, así como sobre los posibles efectos en la salud de las nanopartículas de TiO2.

Sin embargo, a medida que continúan los experimentos con TiO2 y otros materiales absorbentes de la contaminación, como el carbón biológico o “biochar”,

fabricado con materia orgánica quemada (biomasa), los constructores ecológicos tienen bases firmes para éxitos en el futuro.

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