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Ejecutivo contra Legislativo

Apunto de iniciarse los trabajos de la nueva Legislatura federal, la batalla política entre el gobierno y la nueva mayoría en la Cámara de Diputados se perfila con toda claridad. Del lado del PRI y su aliado el PVEM, la situación es compleja, pero sólo en la operación de la estrategia. En cambio para el gobierno, la situación es difícil lo mismo en la estrategia que en la puesta en marcha de los planes. De esta manera, queda a la vista el afán del gobierno por “atrapar” a los priístas en la red de los ataques mediáticos con los que se les quiere convertir, desde ahora, en los responsables de todo lo que no pueda resolverse en el terreno de la crisis. El gobierno evade, sin más, su responsabilidad. Y Felipe Calderón con aquello de que “el gobierno sólo no puede”, quiere que los ciudadanos olviden muchas cosas. Entre ellas, toda la estrategia oficial mediante la cual, en la campaña electoral pasada, ni el PAN ni el gobierno, marcaron la crisis como punto de partida para la segunda mitad del actual sexenio.
Los priístas han dejado ver que no aceptarán aumentos en el IVA y que no lo harán extensivo a medicinas o alimentos. Pero el gobierno mantiene la presión. Así, las interrogantes en estos momentos poco tienen que ver con lo que el gobierno quiere proponer en realidad o con lo que los priístas están dispuestos a negociar. La realidad política señala que el punto de valor real se encuentra en la batalla que se libra en el seno del gobierno. Los “duros” que buscan golpear a los priístas con todo el peso del estado. Y los “negociadores” que quieren un pacto político que permita sacar adelante no sólo acuerdos de coyuntura, sino las reformas que tanto se han atrasado. La atención se ha centrado en esta batalla. Y falta muy poco para determinar quienes fueron los vencedores. En esta lucha tiene que entender todo aquello sobre los “cambios” en el gabinete y fundamentalmente, todo lo relacionado con la “lealtad” que en tantas ocasiones ha salido a relucir desde las filas de Acción Nacional. Si el gobierno opta por la confrontación con las oposiciones, tendremos una segunda mitad de gobierno poco atractiva y bastante tensa. Y la decisión, se acepte o no, corresponderá a Los Pinos. La apuesta es de Felipe Calderón y de alguno de los grupos en que se ha fracturado su administración… Ahora que tanto se habla de la austeridad y de los “recortes” que el gobierno propone en diferentes áreas, sería por demás interesante un debate en el que se discutiera la “aparición” de algo más de 70 subsecretarías de estado a lo largo de los nueve años de gobierno panista que se iniciaron en el 2000. Debe entenderse que no se trata de más de 70 sueldos, sino de más de siete decenas de estructuras para dar vida a los subsecretarios. Esto es, personal en serie, con todo lo que implica una dependencia de este tipo. Además, habría que analizar si la creación de las nuevas subsecretarías no implicó la duplicidad de funciones. Pero esto no es todo. Los análisis han detectado la existencia en el gobierno, de más de mil “directores adjuntos”, con todo lo que su cargo implica. En otras palabras, la burocracia se ha disparado en los gobiernos del PAN. Y los gastos son enormes. Y aquí resulta por demás obvia, la forma en que se duplican las funciones, sin que los resultados sean algo para alegrarse. Y esto es apenas el inicio. La batalla por el presupuesto será compleja. Y dejará bajas en todos los frentes y en todos los involucrados…

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