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Amenaza desertificación al occidente de México

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Aunque no se crea ni lo acepte del todo, el clima de la Tierra está cambiando a gran velocidad. Existen pruebas fehacientes que lo comprueban, como la agonía del Lago de Chapala que tiene una sobreexplotación del 40 por ciento, al dotar de agua dulce a 5 millones de habitantes de Guadalajara, Jalisco.

Científicos, estudiosos y ambientalistas coinciden en señalar sucesos que prueban los efectos del Cambio Climático global, como la deforestación en Brasil, Argentina, Indonesia, Kenia, México y otros países que maquillan cifras, y devastadores incendios forestales en California y Colorado, EU.

Sequías que afectan gravemente al Continente Africano, diversos estados de la Unión Americana, como Nevada, Colorado, California y Texas, y en México que durante tres años consecutivos causó grandes pérdidas económicas.

La mágica extinción de la noche a la mañana de un lago del pueblo Sanica, noroeste de Bosnia-Herzegovina; desaparición de otro en Nuevo México, reducción del 95 por ciento del Mar Aral, con 5 millones de antigüedad, reducción del Lago Powel, Arizona/Utah; Lago Meade, Nevada; Irak, Argentina, México y en casi todo el mundo, son otras pruebas más de ese fenómeno climático.

A lo anterior, se agregan huracanes y tifones que, cada vez, son en mayor cantidad, frecuencia, intensidad y capacidad destructiva, y fuertes lluvias en determinados lugares, inundaciones y corrimiento de tierra. El reciente tifón en Filipinas e inundaciones en Camboya, Uganda, Tailandia y China son épicas.

También hay pérdida considerable de flora y fauna mil veces más rápido de lo que sucedía. Entre lo que más llama la atención son las grandes mortandades de peces que se presentan en diversos países, como Indonesia y México.

Además, está el derretimiento del Artico y Antártico, plataforma de hielo partida y desprendimiento de glaciar en la Antártida y pérdida de glaciares en Ecuador, Chile, Perú, México y en muchos otros países.

MUERE LAGO DE CHAPALA
Durante el porfiriato, el Lago de Chapala contaba con una superficie de 164,659 hectáreas y un almacenamiento de 4,217 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua. Sin embargo, el principio de su desgracia para el lago más grande México inició cuando entre 1905 y 1910, el gobernador de Jalisco, Manuel Cuesta Gallardo, mandó construir una pequeña cortina con compuertas en el Río Santiago, desfogue natural del lago, con el fin de incrementar su capacidad de almacenamiento.

Con esa modificación pasó a almacenar un volumen de 8,125 Mm3. El lago tenía una profundidad de 10 metros y pierde hasta 500 Mm3, al año por evaporación.

De acuerdo con el Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el lago registró, el pasado 17 de marzo, una pérdida de 44 centímetros en la actual temporada de estiaje para almacenar 3 mil 699 millones de metros cúbicos de agua en una superficie de 102 mil hectáreas.

En el extranjero creen que el Lago Chapala vino a menos a partir del principio de la década de los 70’s por el desarrollo agrícola a las orillas del Río Lerma.

Desde entonces, el lago ha perdido más del 80 por ciento de su agua. Lo anterior y la extracción del vital líquido para abastecer a Guadalajara redujo el espejo de agua, lo que, a su vez, llevó a perder varias especies de peces y se presagia un cambio en el clima suave que la presencia de agua sostuvo.

Sobre el particular, especialistas del Programa del Medio Ambiente de la ONU (PNUMA) afirman que cuando los habitantes de Guadalajara desequen totalmente el Lago de Chapala, un nuevo mal se ceñirá sobre México: la desertificación del occidente del país, contenida con este espejo de agua, que avanzará hacia el centro y sur del país. Claro, con las graves consecuencias que genera ese problema.

A pesar del abandono y sobreexplotación a la que está sometido, el Lago de Chapala forma parte de la Red de Lagos Vivos y es sitio Ramsar, lo que significaría que sería cuidado y conservado.

PELIGRAN LAGOS Y MARES
El lago Chad se ha contraído hasta 70 por ciento, mientras que ahora se puede caminar tranquilamente en lo que fue parte del Mar de Galilea y, en un futuro no lejano, el Mar Muerto morirá de verdad, según especialistas de diversos países que los estudian.

Asimismo, se indica que miles de lagos han desaparecido en China y otros tantos están agotados en India y Pakistán, dado que cambiaron el curso del agua.

Algunas fuentes sostienen que en total, más de la mitad de los 5 millones de lagos del mundo están en peligro. Sin embargo, otras dicen que hay 250,000 lagos en la tierra y que, al menos, 125,000 están en peligro de desaparecer.

Otra afirmación que llama la atención es que la cantidad del vital líquido dulce que existe en los macizos continentales, es decir, en lagunas, lagos, arroyos y ríos, también existe en cantidad similar en agua salada.

Acerca de Luis Enrique Velasco Yépez

El autor no ha proporcionado ninguna información.

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