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Un madrigal inmortal

(De la Real Academia Española: madrigal, del italiano madrigale,* en su primera acepción define al poema breve, generalmente de contenido amoroso, cuya estructura combinan versos de siete y de once sílabas.)

depre987Gutierre de Cetina nació en Sevilla, España, durante el año de 1519. De familia noble y acaudalada, fue soldado en la famosa escuadra de Málaga comandada por el Duque de Alba y en la cual también participara Hernán Cortés durante La Jornada de Argel de 1541. Durante su estancia en Italia le influyó la obra de Petrarca, conoció los senderos poéticos de Marcial, Juvenal y Ovidio; leyó a Luigi Tansillo, a Ludovico Ariosto y a Pietro Bembo. En la obra poética del sevillano subyacen rasgos tomados del poeta medieval Ausiàs March (Valencia, Alicante o Beniarjó, 1397 – Valencia, 1459) y de Garcilaso de la Vega (Toledo, 1498, 1494 o 1503 – Niza, Ducado de Saboya, 14 de octubre de 1536).

Gutierre de Cetina vivió en la corte del príncipe de Ascoli, estableció amistad con Antonio de Leyva —a quien dedicó numerosos poemas—, frecuentó a Luis de Leyva y al insigne humanista y poeta Diego Hurtado de Mendoza. Adoptó el sobrenombre pastoril de Vandalio y compuso un cancionero petrarquista a una hermosa mujer de nombre Laura Gonzaga para quien quedó dedicado el famoso madrigal Ojos claros, serenos… habido en la mayoría de las antologías de la poesía en castellano:

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.**

Gutierre de Cetina escribió su abundante producción en el corto lapso de sus veinte a los veintiséis años cuando es casi seguro que Cetina viajó a México (de 1546 a 1548) y al parecer ya no escribió nada más. Pese a que esa producción sea esencialmente de juventud, la fuerte impresión de solidez y meditación compositiva reside en la preocupación constante de Cetina por seguir los grandes modelos clásicos e italianos.

En 1554 volvió Cetina a España y en 1556 regresó a México (concretamente a Puebla de los Ángeles), donde, enamorado de doña Leonor de Osma, bajo la ventana de la dama le hirió de muerte su rival en el empeño amoroso, Hernando de Nava, al parecer en el transcurso de 1557.

Amor mueve mis alas, y tan alto
las lleva el amoroso pensamiento,
que de hora en hora así subiendo siento
quedar mi padecer más corto y falto.

Temo tal vez mientras mi vuelo exalto,
mas llega luego a mí el conocimiento
y pruébase que es poco en tal tormento
por inmortal honor un mortal salto.

Que si otro puso al mar perpetuo nombre
do el soberbio valor le dio la muerte,
presumiendo de sí más que podía,

de mí dirán: «Aquí fue muerto un hombre
que si al cielo llegar negó su suerte,
la vida le faltó, no la osadía.»

Débese a Bartolomé J. Gallardo, en su conocido Ensayo de una biblioteca de libros raros y curiosos, preservar gran parte de la obra poética de Cetina, mas es el erudito y académico sevillano Joaquín Hazañas y La Rúa en su Estudio, edición y anotación de Gutierre de Cetina, Obras (Impreso por Francisco de Paula Díaz en el año de 1895) quien sustenta el principio serio para estudiar la obra del poeta. Aún queda por consumar un estudio serio de la vida del soldado/poeta de la cual persisten por biografía algunos aspectos aislados y reseñas anecdóticas carentes de certeza.

* El diccionario de etimología al definir Madrigal asienta: El Renacimiento (s. XVI-XVII) nació en Italia y es reconocido por sus grandes escritores (Dante, Petrarca y Bocaccio), científicos (Galileo), y pintores (Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y Rafael): También la música juega un gran papel y de ahí también nace “carmen (del sánscrito kas-mas = canto) matricale” (del latín matricale —viene de matrix = matriz— = materno)), en latín “cantus matricale” “canto madre”, un tipo de composición musical y poética de varias voces. Matricale se deformó a madrigale en italiano y de ahí se difundió como madrigal al resto de Europa (inglés, francés y castellano).
** Ante las variantes en puntuación divulgados en las diversos citas de este Madrigal, asentamos la aparecida en “Literatura Española y Mexicana” página 103 de los maestros Francisco Valdés Becerril, Juan Hernández Olvera y Fermín Estrella Gutiérrez para la casa Editorial Kapelusz Mexicana, S. A. de C. V., 1968, con un tiraje de 35 000 ejemplares.

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