En Ambiente

¡Salud!

Hace algunos días me recomendaron tomar agua alcalina. Me la vendieron como la solución a todo problema físico y hasta emocional. Por no dejar, acudí a un supermercado y compré agua alcalina. En mi primer encuentro con ella, descubrí que es sustancialmente más cara que la normal, que la venden en distintos tamaños y hasta colores (dependiendo de si tiene o no minerales extras). Leyendo más sobre ella, descubrí que está muy de moda, que muchos la andan recomendando y que, por lo mismo, su comercialización se ha popularizado. Pensando que quizá han pasado por lo mismo. Les platico un poco más sobre qué significa y qué implica esta agua.

El agua alcalina, también llamada agua ionizada, se somete a electricidad o concentración de minerales para eliminar su neutralidad y producir agua alcalina o en otras palabras, no ácida. De hecho, si nos ponemos muy técnicos, alcalino quiere decir que es un elemento álcalil, es decir, que contiene hidróxido metálico muy soluble, que se comporta como una base fuerte.

Este proceso altera el Ph del agua, elevándolo por encima de un Ph 7. El Ph es una escala que mide el nivel de moléculas de Oxígeno e Hidrógeno con carga eléctrica. Si un líquido cuenta con una cantidad mayor de iones H+ se considera ácido, pero si la cantidad mayor es de iones OH- es entonces alcalino. La escala de PH va de 0 a 14 (de ácido a alcalino), y el 7 es considerado como una solución neutra.

El resultado de que sea alcalina y la razón que se ha vendido como la nueva cura es que regula la acidez del cuerpo. O que, al menos, contrarresta los efectos de ciertos alimentos, medicinas y demás insumos y actividades que van alejando a nuestro Ph de la neutralidad y lo va llevando a un estado más ácido. La idea es que ayuda cuando una persona consume mucha azúcar o elementos procesados, pero este tipo de agua “alterada” no es la única forma de balancear. La mayoría de verduras y frutas tienen alta concentración alcalina; por supuesto, hacer ejercicio y tomar agua (normal) tiene efectos alcalinos.

Existe mucho debate científico sobre los efectos de esta agua. Aunque parece haber un consenso en reconocer que tiene ciertos beneficios, pero que, como todo, debe de tomarse con cuidado, pues en exceso puede ser dañino para la salud. Tomar mucha agua alcalina puede desbalancear el Ph de manera no favorable. Y, como ya se mencionó, también se argumenta que si se tiene una dieta sana, este tipo de medidas no es necesaria, pues el balance se da naturalmente.

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