En Ambiente

México debe dar un giro de 180º en producción de fertilizantes químicos

 

Es tiempo de que México de un giro de 180 grados en la producción de fertilizantes y en lugar de privilegiar productos químicos, que han demostrado ser altamente ineficientes y generar efectos negativos para el medio ambiente, cambie a la elaboración de biofertilizantes biológicos que, por el contrario, devuelven la fertilidad a la tierra, regeneran suelos y retienen agua, con efectos positivos al medio ambiente.

Ante los altos costos ambientales y económicos que representan los fertilizantes químicos en el país, que sólo para este año destinará 12 mil millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación 2019aunado a los casos de presunta corrupción en PEMEX y las perdidas millonarias que ha habido para el erario público al adquirir plantas en mal estado, es urgente y necesario que el gobierno de la Cuarta Transformación construya las bases para cambiar hacia una agricultura ecológica.

Así lo expuso el director de Biofábrica Siglo XXI, Marcel Morales Ibarra, quien recientemente inauguró una planta de bioinsumos en Xochitepec, Morelos, que tiene como meta revolucionar las formas tradicionales en que se cultiva en México, donde se abusa de insumos convencionales, ya que con la aplicación de fertilizantes químicos se desperdicia hasta 80 por ciento, lo que representa no sólo una perdida económica para el agricultor, sino que los residuos de estos productos contaminan suelos, aire y cuerpos de agua.

Marcel Morales recordó que los biofertilizantes representan apenas el 10% del costo que tienen los fertilizantes químicos, que se traen de lugares tan lejanos como Ucrania o China, es decir, “estamos importando contaminación para los campos agrícolas de México”.

Lo paradójico, anotó el también presidente del Consejo Mexicano de Agrobiotecnología (CoMaBio), es que este año para biofertilizantes la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) sólo destinará 100 millones de pesos.

Seguir utilizando insumos químicos es una apuesta por la ineficiencia y va en detrimento del medio ambiente, por ello es necesario insistir en que hay alternativas como el uso de bioinsumos generados a partir de la investigación en instituciones de alto prestigio como la UNAM, el IPN, el Langebio o el INIFAP, las cuales han demostrado ser más eficientes y económicas para los productores.

Morales Ibarra recalcó que Biofábrica Siglo XXI impulsa conjuntamente con el gobierno de Morelos, la Sader y la Financiera Nacional de Desarrollo (FND),  el Programa morelense de agricultura rentable y sustentable, que precisamente busca aportar al proceso de transformación del actual modelo de agricultura que es altamente costoso, ineficiente y contaminante para cambiarlo –con el uso de insumos biológicos— hacia una producción agrícola más productiva, económica y sustentable, dado que permite reducir hasta en 50% el empleo de fertilizante químico, un ahorro significativo para el agricultor.

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