En Ambiente

Las aceitunas.

Depre992

Alguna vez —o varias— en la escuela primaria todos escuchamos y leímos Las cuentas de la lechera cuya primera vista corresponde a una de las Fábulas de Esopo (siglo VI a. C.). De las múltiples variantes queda el Cuento VII en el Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et de Patronio datado en los años del 1330 al 1335, titulado “Lo que sucedió a una mujer que se llamaba doña Truhana” autoría de Don Juan Manuel, Príncipe de Villena ((Escalona, 5 de mayo de 1282 – Córdoba, 13 de junio de 1348) quien impone a su personaje estos versos para ejemplificar lo vano de un esfuerzo cimentado en la nada:

En realidades ciertas os podéis confiar,
mas de las fantasías os debéis alejar.
y la fábula en verso de Félix María de Samaniego (Laguardia, Álava, 12 de octubre de 1745 – ibídem, 11 de agosto de 1801):
Llevaba en la cabeza
una lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte
«¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!»…

Menos conocida y hasta ignorada queda en la historia de la literatura una variante cruel y dolorosa de Lope de Rueda (1510, Sevilla – 1566, Córdoba) en su paso o entremés “Las aceitunas” cuyos personajes: Toruvio (el padre), Águeda (la madre), la sufrida hija Mencigüela y el vecino Aloja es el séptimo de los primeros siete pasos publicados: Los criados, La carátula, Cornudo y contento, El convidado, La tierra de Jauja, Pagar y no pagar, Las aceitunas; seguidos por la publicación de otros tres: El rufián cobarde, La generosa paliza y Los lacayos ladrones.

El final de “Las aceitunas” marca la futilidad en toda discusión asentada en un futuro incierto:

Aloja. — Hora por cierto, qué cosas vemos en esta vida, que ponen espanto. Las aceitunas no están plantadas y ya las habemos visto reñidas.*

Aunque en los pasos —antecedentes del entremés— los personajes representativos corresponden a la clase baja, en la disciplina humana denominada prospectiva (ridiculizada con el término de futurología) encuentra cabida en prácticamente todas las experiencias del saber humano.

En el Diccionario de la Lengua Española (Diccionario RAE 2.0, 2008-2015): prospectivo, va. (Del lat. prospicere, mirar). 1. adj. Que se refiere al futuro. 2. f. Conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o de predecir el futuro, en una determinada materia.

“La nueva ciencia llamada ‘Prospectiva’ como la ciencia del futuro, se enfoca a la importancia de la visión estratégica que debe servir a toda organización como parte fundamental de visión de futuro organizacional, se analizan los estudios que se han efectuado en diversos países, el efecto de la tecnología y las personas en las organizaciones.” Y nos aporta las palabras claves: Prospectiva, Planes estratégicos, estrategia, visión, filosofía de empresa, Competencia, stakeholders, métodos de expertos, benchmarking. (degerencia.com)

En las definiciones de ésta aún incipiente disciplina subyacen los verbos en condicional por contener factores multifactoriales que posibilitan —al menos por el momento— su vulnerabilidad ante cualquier mínimo ajuste o distorsión de lo medido.

Bueno será considerarlo en toda solución, oferta o propuesta venida de cualquiera de los componentes de la sociedad sin importar su estrato ni cantidad de diplomas adquiridos o, de menos, tener presente que las aceitunas también requieren de tiempo y labor paciente para fructificar.

*(Páginas 202-203 en Literatura española y mexicana de los maestros Francisco Valdés Becerril, Juan Hernández Olvera y Fermín Estrella Gutiérrez, para el tercer curso de español de la Editorial Kapeluz Mexicana, S. A. de C. V., 1968, con un tiraje de 35,000 ejemplares.)

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