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Oraciones, frases y acciones para elrecuerdo: Si perdemos no pasa nada, Pavel Pardo, mediocampista del América con calidad de europeo, días antes de enfrentar a la selección de Estados Unidos.

No hay problema, faltan 27 puntos, Sven Eriksson, entrenador sueco de la selección mexicana de futbol, después de perder por dos goles a cero con la selección de Estados Unidos.

Querían guisado de liebre, pero no hay liebre, Ignacio Trelles, después de una de las muchas derrotas de la selección mexicana de futbol ante adversarios gigantes de los años 60, ¿o fines de los 50?

El Tigre Sepúlveda, agitando la camiseta frente al público, mientras caminaba a los vestidores después de ser expulsado en un encuentro, entre las chivas del Guadalajara y los cremas del América (así se les conocía entonces, aún no llevaban el símbolo de las águilas), que finalmente ganó el equipo tapatío con marcador de tres goles a uno. Sepúlveda expresó, con el gesto, que bastaba la camiseta para ganar.

Hoy no bastan los llamados europeos, ni los nacionalizados, ni los jóvenes, ni los de mayor experiencia, para entregar en la cancha lo que la afición reclama, lo que la afición exige, con razón: pundonor.

Ante los agobios cotidianos, ante las amenazas a la vida, de hoy y de mañana, ante los dolorosos acontecimientos del pasado inmediato, la comunidad nacional habría recibido un triunfo, como el sediento recibe un vaso con agua.

Pero no hay liebre. Y no pasa nada porque faltan 27 puntos. Tampoco hay hombres como el defensa central del “rebaño sagrado” de los tiempos en que ligaron sendos campeonatos.

¿Quién es el responsable? ¿Hugo? ¿Sven? ¿Lavolpe? ¿Lapuente? ¿Meza? ¿Trelles? ¿Cárdenas? ¿Don Fernando Marcos? ¿Ángel Fernández? ¿El Perro Bermúdez? ¿Carlos Albert? ¿Fernando Luengas? ¿José Ramón Fernández? ¿Ricardo Salinas? ¿Emilio Azcárraga Jean? ¿Emilio Maurer? ¿la UNAM? ¿la UAG? ¿la UANL? ¿Jorge Vergara?. ¿Usted o yo o todos juntos? ¿Los jugadores?

Creo que no. “Culpa es de los tiempos, que no de España”. 

La responsabilidad es de una mercantilización del deporte que ha hecho de los que sudan ¿sudan? la camiseta en el campo, se hayan convertido, en sí, empresas millonarias en dólares. ¿Quién, en su sano juicio, arriesgaría una pierna en una jugada “riñonuuuda”, como dicen los que dicen que saben de qué se trata?

La responsabilidad es de quienes a la busca de campeonatos, a como dé lugar, tienen no uno, sino dos o más equipos en las mismas ligas.

La responsabilidad es de quienes se olvidan de entregar a los niños, a los jóvenes,  a las familias, del campo y de la ciudad, la formación integral que les corresponde. 

La responsabilidad es la de quienes encontraron que mejor que preparar a los nuestros traen de fuera a los ya preparados en otros lugares.

La responsabilidad es la de quienes descubrieron que deja más ganancias hacer medios torneos en lugar de hacer torneos completos.

La responsabilidad es de los mismos que han participado en el juego perverso de tener más, mucho más, a costa de quienes nada tienen. 

Ojalá se entienda y se atienda el llamado del Presidente Felipe Calderón cuando dice: Debemos dar más quienes hemos recibido más.

Escúchelo quien quiera escucharlo. Cúmplalo quien quiera cumplirlo. Sólo que después no se diga que no fuimos advertidos a tiempo.

 

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