Comunitarias

Golpe al GDF

La construcción de la Supervía Poniente es necesaria, indispensable y urgente. Pero no la que han iniciado, porque está mal planeada y en menos de un año terminará por no servir. Debe hacerse una buena, efectiva, eficiente por mucho tiempo, dice un especialista. Así, mientras el jefe de gobierno y habitantes inconformes de la delegación Magdalena Contreras se pelean, las empresas COPRI, OHL y ATCO llevan a cabo la obra, en la que supuestamente invertirán 4 mil 800 millones de pesos. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, suspendió la obra porque faltan estudios de impacto ambiental.

Tienen que estar engañando al jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, porque de otra forma no se concibe que realice una obra que lastima, daña y perjudica a los ciudadanos. Aquí tiene que haber engaño y manipulación de datos, toda vez que estos no justifican, de ninguna manera, la obra. Para llevarla a cabo no se realizó ni el 1 por ciento de los estudios que se requieren. «A mi me habría llevado tres años, diseñarla, estudiarla y analizarla», dice el especialista en movilidad, Belisario Hernández Romo.

Quien hizo ese proyecto no es ingeniero en tránsito y no conoce la movilidad de la capital mexicana. Prueba de ello es que tomaron los datos de la encuesta de origen y destino del INEGI y son falsos porque son parciales, no son actuales, datan del 2007 y únicamente abarcan al 1.2 por ciento del universo de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y con eso se prorratea el restante 98.8 por ciento.

Hablan de 6.8 millones de viajes en automóviles en la ciudad, lo que no es cierto porque aquí hay 4.5 millones de automóviles y otro millón de carros flotantes. Pero nada más con la primera cifra, con una ida y venida, se tienen 9 millones de viajes. En promedio, cada auto realiza 4.8 viajes por día. Los automóviles hacen viajes completos y el transporte público, parciales.

Esta obra no tiene bases técnicas. Cualquier especialista sabría que falta una liga entre el Periférico y Toluca, además de que faltan muchas obras. Macroobras para que la ciudad de México no se detenga. La supervía solamente es una cicatriz, una uña enterrada. Donde comienza y termina la obra será un panteón porque no es suficiente con ligar una rampa y que dé vuelta a la izquierda. Aquí hay problemas de capacidad y de radio de corvatura que van a dar a una zona llena y conflictiva como el Periférico. Por lo tato, no servirá a los automovilistas ni a los vecinos.

Además, esta obra no será financiada por la iniciativa privada ni por la empresa que tiene la concesión, sino con el aval de la vía pública. Esto quiere decir que si fracasa, el responsable no es el que la explota, sino el gobierno del Distrito Federal. El capital privado no corre riesgo. Si fracasa, como es de esperarse, el que pagará, serán los habitantes de la capital mexicana.

Se tiene proyectado que esta vía tenga 40 mil usuarios de 28 pesos por ingreso. No van a poder manejar esa cantidad de vehículos por que el proyecto es erróneo. Unicamente se ahorrarán un minuto de tiempo y se necesitará comenzar con el cobro de 5 dólares para que se puedan pagar los intereses del financiamiento. Esto nace muerto porque en hora pico no podrán meter ni sacar dos mil automóviles.

Mejor que se haga bien o que, definitivamente, se construya en otro sitio. A ojo de buen cubero, existen otros tres lugares donde se puede llevar a cabo y con mejores resultados, dijo.

Como esta obra no funcionará bien, entonces desde el inicio, los concesionarios podrán aumentar el costo de uso. Además, si no se hiciera o después de ponerse en funcionamiento fuera desechada, la ciudad tiene que resarcir el daño causado a la empresa. De todas formas ganan y la que, de todos, modos pierde es la ciudadanía.

La ciudad de México no necesita ni merece esto. Lo que se requiere es un plan integral de movilidad para cien años, porque de lo contrario, en breve, la situación será mucho peor de lo que ya es. Es decir, llegará a la parálisis, debido a que los trazos de los segundos pisos fue infantil y prehistórico, no sirve y luego, está la gerenciación de la mancha urbana, concluye Hernández Romo, quien cuenta con 40 años de experiencia en la ingeniería de la movilidad y además es dueño de una empresa en la materia, en estados Unidos.

La obra afectará gravemente al Medio Ambiente y no servirá de nada.

Posturas

Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF) ha dicho que la obra se hará. Esta obra no puede estar a contentillo de 20 ó 30 personas. Ha llegado a la total cerrazón, por lo que ha desoído a la propia Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del DF, Comisión de Derechos Humanos del DF y, obviamente, los afectados, han sido ignorados olímpicamente, según lo han gritado.

Los colonos protestan porque, algunos fueron afectados en su propiedad, negocios, movilidad, y otros con la tala de árboles y la contaminación que genera la empresa constructora, entre otros aspectos.

Ante esta situación, los afectados se encuentran de plácemes porque la delegación metropolitana de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente decidió intervenir. De momento, inició una investigación y suspendió temporalmente la obra de la Supervía Poniente en un área de 38 polígonos que comprende 16 hectáreas en el Parque de Las Águilas y Parque de Lomas de Guadalupe.

Acerca de Luis Enrique Velasco Yépez

El autor no ha proporcionado ninguna información.

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