Comunitarias

Buscan remediar problemas sociales de la industria de la moda

Se cataloga de urgente que la gente se detenga a pensar en el impacto social y ambiental negativo como los salarios injustos y la explotación de trabajadores en la industria de la moda, que actualmente emplea a casi 75 millones de personas alrededor del mundo, de acuerdo al estudio The Global Garment Industry hecho en 2015 por Lina Stotz y Gillian Kane para la campaña Clean Clothes.

Conscientes de dicha problemática, la Fundación C&A y la organización social Ashoka se aliaron para crear la iniciativa global Tejiendo el Cambio, que promueve las innovaciones sociales propuestas por emprendedores que persiguen un cambio sistémico en la industria para hacerla más justa y sostenible.

Dentro de esta alianza global, se dieron a la tarea de investigar cuáles son las mayores barreras para la innovación social de la industria, acompañado por las estrategias que los Fellows de Ashoka han propuesto para solucionarlas, lo cual dio como resultado el informe Mapeo de Innovación Social.

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Este Mapeo de Innovación Social es una ruta crítica con ejemplos de casos de éxito que invita a los actores clave de la industria a ser conscientes de las problemáticas existentes y a que se sumen al combate de estos retos.

Este informe explica las cuatro principales barreras, así como aquellas soluciones potenciales –Principios de Diseño– propuestas por emprendedores sociales Fellows de Ashoka que actualmente luchan para lograr una industria de la moda justa y sostenible, siendo las Barreras identificadas en el Mapeo de Innovación Social son:

Prácticas turbias: Las grandes marcas no tienen control absoluto sobre las circunstancias bajo las que sus prendas son elaboradas, ya que dependen de contratistas, quienes cuentan con sus propios subcontratistas y subproveedores, los cuales podrían incurrir en prácticas ilegales como explotación infantil y uso de trabajadores informales.

En este caso, la organización mexicana PODER, fundada por el maestro Ben Cockelet, se encarga de denunciar públicamente a los involucrados en la industria de la moda para que no actúen de manera ilícita durante sus procesos de producción.

Salarios injustos: El fast fashion se ha convertido en el modelo de negocio dominante del sector textil, pues reduce los costos de producción y tiempos de entrega, elevando la presión hacia los trabajadores y las condiciones laborales abusivas, a cambio de un salario mínimo.

Source, es una iniciativa originada en México –creada por Flaviano Bianchini– cuyo fin es crear oportunidades para que los obreros se conviertan en líderes y tengan más control sobre su vida laboral.

Consumo inconsciente: Debido a que no todas las empresas ofrecen información sobre su código ético de fabricación, dejan a los clientes en duda sobre la confiabilidad de la marca. La preocupación por la sustentabilidad ha ido creciendo, por lo que algunas firmas se han unido a este cambio.

Cabe destacar que, como los actos humanos son impulsados por el comportamiento de los demás, emprendedores sociales como Leonardo Sakamoto de Repórter Brasil, se encargan de aprovechar el poder colectivo de las comunidades para alzar la voz y exigir cambios positivos.

Daños al medio ambiente: En la industria de la moda, además de existir condiciones laborales que pueden acarrear consecuencias mortales para los trabajadores, hay una más que afecta a las personas en general: la destrucción de los recursos naturales. Ésta abarca la contaminación de ríos y mares, deforestación y erosión del suelo, entre otras secuelas.

Nelsa Nespolo, brasileña fundadora de Justa Trama, propone el principio de diseño consistente en activar los conocimientos locales para impulsar soluciones y vincular sectores poco comunes para abrir las puertas de la sustentabilidad.

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